La Isla del Tesoro
Pintadas aves -cítaras de pluma-
coronaban la bárbara capilla
Luis de Góngora
In memoriam Cervantes
Navegar con los hombres
Sin Dios ni patria
Ni Ley
Haber sentido
La cubierta y el aire de la mar
Como última tierra
Asaltar Maracaibo
Reír ante la horca
Y sobre las cenizas
De todo un mundo
izar
La seda negra de los perdedores
The Last Cavalier
Los viejos Pintores: con cuánta claridad supieron
Cuál era su sitio en este mundo
W.H. Auden
En la luz de un atardecer
invernal, Velázquez va ultimando una tela.
Pinta despacio. Atiende
a otros asuntos:
unas palabras de su Rey, los juegos de la Infanta,
los alardes del perro.
Sabe que el Arte es largo y que otros ojos
modificarán, acaso con justicia,
los suyos.
Cuando la luz se vaya
limpiará los pinceles.
Es feliz.
José María Alvarez (Cartagena, España, 1942), Museo de cera, segunda edición completa, Renacimiento, Sevilla, 2016
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