Los caballos bajan
por la cañada, hollando un camino
de la pradera superior a la inferior,
pasando el establo rojo
escondido debajo de un diseño de ramas;
cinco de ellos, de color castaño, uno con una mancha en la frente,
los cascos esforzándose contra
la constante succión del barro.
Estuvieron esperando allí
toda la noche;
ahora se rezagan
en los pastos recortados y pantanosos.
Nada puede reprimir que la mirada vea
las largas crines al viento desnudo,
el ritmo del hueso y el músculo debajo del pelaje embarrado,
los ojos húmedos;
y nada puede sofocar la seriedad del asombro que imparten
a la fina y oscura mañana,
las luces encendidas,
el sedimento de larga derrota almacenado en el hueso.
Kerry Hardie (Singapur, 1951), Selected Poems, Gallery Press, Oldcastle, 2011
Traducción de Jorge Fondebrider
Aosdána - Poetry International Archives - The Gallery Press - Wake Forest University Press - John Hewitt Society - RTÉ - Richard Howe - The Irish Times - The Manchester Review - Island's Ege
Foto: RTÉ
February Horses
The horses are moving down
through the gap, treading a way
from upper meadow to lower,
past the red barn
crouched in a pattern of branches;
five of them, chestnuts, one with a blaze,
hooves pulling against
the steady suck of mud.
They have been waiting up there
all through the night;
now they straggle
the cropped and boggy pasture.
Nothing can quell the leap of the eye seeing
the long manes in the stripping wind,
the rhythm of bone and muscle under the mudded coats,
the pooled eyes;
and nothing can quell the gravitas of awe that they impart
to the thin, dark morning,
lights burning,
the sediment of long defeat stored in the bone.
Como siempre, muchas gracias es poco.
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