Abril
Les busco camorra a las cosas, sentado
al sol de abril que vuelve en mí
a uno de sus juegos de resentimiento y engaño.
Miro encenderse el juego de los niños,
una risa ligera que se encanta
de luz, busca su corazón de música;
quizá su corazón de pena.
La aldea, no lejos, parece hundirse
en el verde: más allá de este juego
lleno de voces, hay sólo un país de silencio.
Desde el tren, llegando a B***
La casa brilla blanca a la orilla del mar;
y la palma se eleva en el azul,
el verde perforado por los limones de oro,
la sombra fría bajo la trama del ramaje.
Los sonidos chirrían en el cristal del día,
una barca roja se aleja inundada de voces.
La chica que aparece en la playa
ha olvidado los secretos susurrados en la noche;
saluda la mano en alto los clamores de la barca,
el azul del día marino, el alto sol ahora;
luego se inclina armoniosa a desatar las sandalias vivaces.
Leonardo Sciascia (Racalmuto, Italia, 1921-Palermo, Italia, 1989), La Sicilia, il suo cuore, Bardi Editore, Roma, 1952
Versiones de Eduardo Mileo
Otra Iglesia Es Imposible - Leonardo Sciascia Web - Gianluca D'Andrea - Altritaliani - La Repubblica - Sicilian Post - L'Altrove - La Terra Ë Blu Come un'Arancia - Diario de Poesía - El País España
Foto: Leonardo Sciascia en Racalmuto, 1983 La Repubblica
APRILE
Sto a far camorra sulle cose, seduto
al sole d’aprile che in me torna
a un suo azzardo di risentimenti e di inganni.
Guardo accendersi il gioco dei ragazzi,
una rissa leggera che s’incanta
di luce, cerca un suo cuore di musica;
forse un suo cuore di pena.
Il paese, non lontano, sembra affondare
nel verde: di là da questo gioco
pieno di voci, è solo un paese di silenzio.
DAL TRENO, GIUNGENDO A B***
La casa splende bianca in riva al mare;
e la palma che svetta nell’azzurro,
il verde trapunto dal giallo dei limoni,
la fredda ombra sotto la trama dei rami.
I suoni stridono sul cristallo del giorno,
una barca rossa si allontana piena di voci.
La ragazza che esce sulla spiaggia
ha dimenticato i sussurrati segreti della notte;
saluta con la mano alta i clamori della barca,
l’azzurro giorno marino, il sole già alto;
poi si china armoniosa a slacciare i sandali vivaci.
Gracias, Jorge. Creo que Sciascia, por ser sobre todo un narrador, no es tomado en cuenta como poeta, porque publicó un solo libro de poemas. Pero son poemas intensos, de una tonalidad en general sombría, que, como toda su obra, pintan Sicilia, pero ya no con la mirada puesta en la mafia, sino en la gente de pueblo, en el aislamiento emocional que promueve una isla. Metaforizando el paisaje, Siascia logra una pintura de sus habitantes.
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