El que está inclinado hacia adelante en el banco no eres tú.
La mano que reposa sobre la rodilla extraña no es la tuya, tu rostro no es el tuyo.
Cada latido de tu corazón era seguido por otro; la certidumbre aún vivía,
la hierba aún no temía nada. Pronto me llamaste, mis pasos
fueron a reencontrarse con los tuyos sobre la arena viviente.
Las canciones llegaron y se fueron sin dejar huella.
Cada objeto nos miraba con ojos de niño, antes de que naciese el miedo.
Ahora las montañas arden, y yo soy un país devastado.
Greta Knutson (Estocolmo, 1899-París, 1983), Lunaires, Flammarion, París, 1985
Versión de J. G.
Foto: Man Ray
MoMA - Nordic Women's Literature - Observator Cultural -Centre Pompidou
PÊCHE LUNAIRE
Celui qui est assis penché en avant sur le banc n’est pas toi.
La main posée sur un genou étranger n’est pas la tienne, ton visage n’est pas le tien.
À chaque pulsation de ton cœur devait suivre une autre : la certitude vivait
encore, l’herbe ne craignait encore rien. Bientôt tu allais m’appeler, mes pas
allaient rencontrer les tiens dans le sable vivant.
Les chansons devaient venir et passer sans traces. Chaque objet nous regardait
avec des yeux d’enfant, avant la naissance de la peur.
Maintenant les montagnes brûlent et je suis un pays dévasté.
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