sin que sea tristeza exactamente,
que como tú sabes tiene gruesa
insondable piel como cualquier mamífero
y que permanece, sobre todo, cerca de donde lo dejaste;
mientras que las lágrimas en sí son anfibias,
volubles, lunares, pura espuma,
los ojos llorosos vuelcan doblemente el plato.
Es decir, y completar los habituales formularios, etc.
estoy inundada, y con tal exhibición de básculas
e iridiscencia. No preguntes –uno podría
pesar también el arcoíris –y además,
no lo sé. No obstante
te entrego esta cosa que desborda,
mi dios, a nuestra edad, este cuenco de barro
con minerales y todas nuestras aguas en común.
De esto estamos hechos en verdad. Bebe.
[Traducción de Silvia Camerotto]
Tiffany Atkinson (Berlín, 1972), "So many moving parts" (2014)
La rabdomante,
traducciones de Inés Garland y Silvia Camerroto,
CONACULTA-Cooperativa La Joplin,
Ciudad de México, 2015
On crying
being not sadness exactly,
which as you know has slow,
deep flesh like any large mammal
and mostly lies close where you left it;
while tears in themselves are amphibious,
fickle, lunar, flash-in-the-pan,
the watery double upsetting the dish.
To wit, and filling out the usual forms, etc
I am awash, and such a show of scales
and iridescence. Don’t ask – one might
just as well weigh rainbow – and besides,
I don’t know. Nonetheless
I hold the brimming thing to you,
good grief, at our age, this clay bowl
of minerals and all our common waters.
This is what we’re really made of. Drink.
Foto: Tiffany Atkinson en FB
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