Nota del Editor
Este blog no alienta ni elude polémicas. En este caso, el pronóstico del Editor es que la siguiente reseña, que no ocupó un lugar destacado en el suplemento cultural del diario Perfil de Buenos Aires, pese a la dimensión de la obra comentada, puede convertirse, y no estaría mal, en detonante de un interesante debate.
Un tsunami de literatura
Popular, leído y querido a mitad del siglo pasado, Raúl González Tuñón fue el poeta de los grandes movimientos sociales, de las épocas picantes de la revolución. Murió en 1974 y automáticamente pasó a ser como un poeta de manual, casi un costumbrista; su fuerte raigambre social lo catapultó. En pocos años dejó de ser leído por la clase "del saber y el conocimiento". Por aquellos años de su muerte desembarcaban los grandes putos de nuestra literatura (hoy nuestros canónicos), que venían con sus alambiques, sus barroquismos, sus perfumitos y sus dramas psicoanalíticos. Nacía una literatura subdesarrollada y bien rioplatense, una estética de la incompletud y la haraganería, en gran modo. Osvaldo Lamborghini, su principal agitador, denostó a Tuñón y a toda la poesía social que le cantaba "al obrero en el andamio". Su prédica de "sacar al poeta del lugar del boludo" no pudo ser desarrollada: después de tanta exaltación snob de lo gay, el poeta se vio más boludo aun. Tuñón, por suerte, sobrevivió a estos monstruos, era el verdadero poeta maldito.
Seix Barral acaba de editar una buena selección de sus libros más representativos, Poesía reunida. La edición de 400 páginas contiene un precioso prólogo de Jorge Monteleone, que funciona como un excepcional ayudamemoria y nos entusiasma para leer al poeta.
Releí a Tuñón y me di cuenta de que es un poeta para gente madura. Rara vez se llega a interpretar en la juventud y toma espesor a medida que pasan los años. Su pensamiento político baña toda su poesía. En este nuevo libro están los excepcionales poemas de Todos bailan (que oportunamente fuera reeditado por el querido José Luis Mangieri, difusor número uno de la poesía de Tuñón), los poemas de Juancito Caminador y otros poemas antológicos de La rosa blindada, El otro lado de la estrella, La calle del agujero en la media. También está recopilado en esta edición, según el prologuista, el poema más conmovedor de la lengua castellana, "Lluvia", uno de sus poemas más famosos.
Dice Jorge Monteleone que Tuñón es un poeta de la imaginación terrestre; "en sus poemas, la materia terrestre se manifiesta en la organicidad de todas las cosas como su ardilla primordial". Y tiene razón, a todos los hombres de bien les aconsejaría correr a las librerías. Encontrarse con la poesía de Tuñón es uno de los grandes placeres de la vida.
Washington Cucurto
Raúl González Tuñón,
Poesía reunida,
Seix Barral, Buenos Aires, 2011
Suplemento Cultura del diario Perfil, Buenos Aires, 23 de octubre de 2011
Foto: Tuñón en la redacción del diario Crítica, años 20 del siglo pasado. Archivo Clarín
Si me permitís, Cucurto, voy a debatir un poco tus palabras. No sé a qué te referís cuando decís "las épocas picantes de la revolución"; como si hoy, por ejemplo, ya no fuesen picantes. Tampoco creo que Tuñón haya pasado, y mucho menos "automáticamente", una vez muerto, a "poeta de manual, casi un costumbrista", cosas muy diferentes una de la otra, para empezar. Catapultar quiere decir "Dar auge, impulso o fama a algo o a alguien, o llevarlo hasta una meta determinada. Ej.: 'El premio lo catapultó a la fama'". Siguió siendo leído por sus coetarios y por nosotros, Mangieri incluido, por supuesto.
ResponderBorrarOsvaldo Lamborghini nació en Necochea, provincia de Buenos Aires, en abril de 1940, y murió en Barcelona (España), en 1985; difícil que recién desembarcara después de muerto Tuñón, en 1974. Aun así, no pienso ponerme a defender ni a atacar a Lamborghini. Sí te recomendaría que leyeras su obra.
Ahora voy a tus "grandes putos de la literatura": los que realmente denostaron la poesía social fueron los que la escribieron mal y los que la siguen escribiendo mal; y además, lo que acabó con parte de esa y casi tres generaciones más de poetas (gays y heterosexuales, todos ellos) desde 1974 hasta hace poco tiempo. Tuñón sobrevive e incluso parece vivir más que algunos, como lo muestra tan sutilmente Gaya en su poema. Puedo asegurarte que Tuñón de poeta maldito no tiene nada. Porque Tuñón no es Rimbaud ni es Poe ni es Baudelaire, etc. Si querés, en otro momento y café de por medio, te lo explicaría con todas las letras. Tampoco voy a hablar aquí de los canónicos porque no me interesan, sean barrocos o no, gays o no, etc. Lo que sí me llama la atención es esto que decís: "Nacía una literatura subdesarrollada y bien rioplatense, una estética de la incompletud y la haraganería, en gran modo". Si saco la palabra haraganería, me hacés pensar en Roberto Arlt, y en otros de los '60. Si no la saco, realmente no entiendo de qué o de quiénes hablás. Oponer a Tuñón con Lamborghini me resulta más forzado de lo que parece, a pesar de los dichos de este último. Tu columna suena más a provocación de medio pelo, antes se le decía "pour épater le bourgeois" (googlealo, plis) que ensalzar a Tuñón como realmente lo merece.
PD: Héctor Agosti, un dirigente de cultura del partido comunista argentino, autocrítico, lúcido y muy amigo de Raúl, solía decir: "El Comité Central no se mete en la bragueta de ningún camarada". Por mi parte, y disculpá si te ofendo, ojalá yo pudiera escribir como Safo, Joyce, Proust, Wilde, Pavese o Virginia Woolf. PD2: en cuanto a la ardilla de Monteleone, sin comentarios.
Pedro, Las patas... es de Leónidas, no de Osvaldo. Un abrazo, Irene
ResponderBorrarconcuerdo con lo que cucurto quiere decir, lo que pasa es que lo dice como el culo, lo que convierte a mi empatia en conjetura
ResponderBorrarLa verdad, decir que Tuñon es un poeta maldito es muy boludo, despues se contradice un poco con la afirmación de que es poesia para gente madura. Yo por mi parte lo lei de adolescente y me conmovieron algunos de sus poemas, pero me aburrió su obra en general, alguna relectura me debo para hablar mejor sobre Tuñon y su obra. Ahora, la bolsa de gatos imprecisa y pelotuda que arma para generar la oposicion entre la "poesia social" de Tuñon y los no se quienes aparte de Lamborghini (Osvaldo, para evitar confusiones, como la que lei acá arriba) representantes de no se que escuela o movimiento me parece ridículo e ignorante, sobre todo ignorante de la literatura de Lamborghini, digno de un vendehumo como Cucurto.
ResponderBorrarJosé González
Siempre con irene (bueno, no empujen, por lo menos hoy)...Y eso de que tuñón es un "poeta social", es como decir que rilke es un "poeta neoliberal"...No estaremos, por lo menos cada tanto, todos locos?...Ah, y los poetas, esos diablos, como los ángeles y las sillas no tiene sexo (salvo, por supuesto, cuando lo tienen...después de todo tienen derecho, no?
ResponderBorrarQué raro, tantos años después descubro que Cucurto citó mal a Monteleone y Gruss habla del error como si fuera real:
ResponderBorrardonde dice "ardilla primordial" debe leerse "arcilla primordial".
Qué se yo. No se nota quién está defendiendo a quién y viceversa.
ResponderBorrarA tantos años del hecho...
Y lo de "ardilla primordial" es obvio que es o bien un chistecito o bien una errata, no un error.
Opino desde un lugar diferente: Fui amigo de Raúl y lo recuerdo como un hombre muy parco, a veces con una leve sonrisa. La mano derecha sobre el pecho, como si quisiera sentir los latidos. Y la imagen que tengo de su figura es de colores de una gama amarronada, con un toque verdeceleste en el pañuelo que llevaba en el cuello. No lo pienso poeta sino pensador, entregado a los recuerdos y al dolor por aquella derrota vivida allá. Sabía qué pasaba en el Oriente y, muy de vez en cuando, caía una lágrima. Una vez me dijo: Julio:"¿Esto que vivimos, por lo cual peleamos, sirvió para algo?" .
ResponderBorrarJAN Creo que a Irene le molestó la torpe -o "moderna"- reivindicación de Tuñón por parte de Cucurto. Y la oposición con Lamborghini, Osvaldo, al que también trata de reivindicar, cuando no hacía falta.
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