El sueño
Oh Dios, en el sueño el terrible caballo comenzó
A piafar en el aire, tratando de alcanzarme con sus golpes.
Por sus crines se derramaba el miedo guardado durante treinta y cinco años,
Y un desquite igualmente antiguo, o casi, resoplaba por su nariz.
Cobarde total, yacía y lloraba en el suelo
Cuando apareció una fornida criatura y saltó hacia las riendas.
Otra mujer, mientras yo yacía medio desvanecida,
Saltó en el aire tratando de asir el cuero y la cadena.
Dale, me dijo, algo tuyo como talismán.
Arrójale, me dijo, alguna pobre cosa que sólo tú poseas.
No, no, grité, me odia; está ansioso por herir,
Y que yo me rinda o no, es lo mismo.
Mas, como el león de la leyenda, cuando arrojé el guante
Arrancado de mi sudorosa, fría mano derecha,
La terrible bestia, que nadie puede entender,
Se acercó a mí y bajó amorosamente su cabeza.
Louise Bogan (Livermore Falls, Maine, 1897-Nueva York, 1970), Poesía norteamericana contemporánea, William Shand y Alberto Girri, Distribuidora Mexicana de Libros, México, 1976
The Dream
O God, in the dream the terrible horse began / To paw at the air, and make for me with his blows, / Fear kept for thirty-five years poured through his mane, / And retribution equally old, or nearly, breathed through his nose. // Coward complete, I lay and wept on the ground / When some strong creature appeared, and leapt for the rein. / Another woman, as I lay half in a swound / Leapt in the air, and clutched at the leather and chain. // Give him, she said, something of yours as a charm. / Throw him, she said, some poor thing you alone claim. / No, no, I cried, he hates me; he is out for harm, / And whether I yield or not, it is all the same. // But, like a lion in a legend, when I flung the glove / Pulled from my sweating, my cold right hand; / The terrible beast, that no one may understand, / Came to my side, and put down his head in love.
Foto: Louise Bogan, 1967 LaVerne Harrell Clark/Texas Woman's University/Artistic Network
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