domingo, febrero 18, 2007

Una editorial no es otra cosa que una casa comercial protegida por la ley 11.723 (N. de R.: Ley de Propiedad Intelectual).

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Si esa ley fuera derogada, y bajo las condiciones tecnológicas actuales, la literatura estaría al alcance de todos, sin tantos intermediarios. (Posiblemente, no habría tantos escritores; la ley de la propiedad intelectual funciona como incentivo para la producción intelectual).

  • Monolingua


  • N. de R. : ¿De lo que se deduce que la 11.723 se opone a la 1420 (N. de R. a la N. de R.: ley de Educación Común)? ¿Diríamos también que la Multinacional de hecho sabotea el copy (denominación internacional de aquello que protege la 11.723), en tanto produce a la vez discos grabados, discos vírgenes y copiadoras de discos y de este modo permite el acceso barato a la música de cualquier calidad? ¿La Multinacional codo a codo con la cultura Común? ¿Y por qué no?

    5 comentarios:

    1. Alguien puede creer seriamente que en ese caso la literatura estaría al alcance de todos? El único obstáculo son las casas editoriales y la ley de propiedad intelectual?

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    2. Sigo la lógica del razonamiento de SL
      En cuanto a la oposición ley de educación común/ ley de propiedad,creo que es real y evidente
      Para la Educación Común, entendida como base mínimia de Cultura Común, la literatura y los libros de divulgación y las hipótesis científicas, deberían ser gratuitos
      Esto no tiene solución real, al menos que los autores prescidan de las editoriales, las que no publicarían gratuitamente, pues sería un contrasentido, al menos que se hicieran prebendarias del Estado --cosa que procuran de mil modos--. Internet es una oportunidad en ese sentido.Internet es el métdo de la fotocopia a la enésima potencia.
      Por ahora, claro. Porque el problema es que las empresas aún no descularon cómo sacarle jugo económico a Internet. En cuanto lo sepan, la polémica sobre la desaparición del libro se extinguirá, te lo aseguro.

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    3. Estoy de acuerdo. Lo que intenté poner en cuestión es la utopía de una literatura al alcance de todos.

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    4. La verdad es que la literatura gratuita estaría al alcance de todos, pero no estoy seguro de que todos quisieran leerla. De hecho, cualquiera puede leer hoy, con un mínimo de gasto, y aun sin gasto, en las bibliotecas. Tal vez el punto es que la literatura jamás interesará a todos.

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    5. Jamás de los jamases, me atrevería a firmarlo. Y no creo estar expresando una posición elitista sino, por un lado, constatando una experiencia universal, que se da en todo el mundo y en todos los sistemas políticos (salvo en las sociedades primitivas o folk, donde la literatura era parte viva, y en cierto modo "práctica", de una comunidad, en la que, por otra parte, los sectores socioculturales no estaban tan diferenciados) y por el otro reivindicando el derecho de cada uno a consumir lo que quiera si no hace mal a los demás, quién soy yo para decirle qué tiene que gustarle. De hecho, hoy es totalmente accesible: seguro que no se consigue la obra de Bayley o la de Madariaga, pero con la literatura que hay en las bibliotecas e Internet y con el sistema de fotocopias lo disponible es muchísimo más de lo que se podría leer durante toda una larga vida. Lo que la discusión oculta, suponiendo que se tratara de una discusión, es el mito que envuelve a la escritura: siempre se escribe envuelto en algún tipo de mito, respondiendo a la ilusión que el mito nos produce acerca de qué podríamos producir con lo que escribimos. Desde ahí, para mí, las posiciones son, a grandes rasgos y simplificando salvajemente, tres: 1) se escribe para abastecer a un mercado anónimo cuyas apetencias ya se conoce o se cree conocer (por ejemplo gracias a estudios de mercado o tablas de best sellers) y el escritor es un proveedor, como el que provee de bolsas de papa frita a los supermercados chinos. 2) se escribe para obtener las palmadas gratificantes de la crítica o de los colegas o amigos o del periodismo especializado o de ciertas cátedras y mantener al día el carnet de pertenencia a una imaginaria casta. 3) se escribe para alguien que no se conoce, para un núcleo de humanidad compartida que suponemos que existe en todos los integrantes de la especie y que, dadas ciertas eventuales circunstancias, suele en algunos individuos activarse, según su cultura, su carácter, los acontecimientos del momento y otras cosas. En ese sentido, exclusivamente en ese sentido, sí, de lo que se trata es de escribir para todo el mundo. Que eso que se escribió sea leido o no sea leido es otra instancia, pero para ser leido tiene al menos que existir.

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