Tierra doradazul del sueño. Bajo su cúpula se alza la noche. Allí el soñante traza su destino. Dice palabras y olvida.
Imprime la densidad del pensamiento bajo la cúpula de la Gran Noche.
Su destino es un río. Bajo la cúpula de la Gran Noche,
el soñante respira agua. Abre los ojos entre lo sumergido. Dice palabras sin pensamiento.
La Gran Noche es la única. Noche de Gran Estrella. Porque toda la noche es estrella. No hay vacío azul del cielo soñado.
Con el hacha de luz fue suficiente para derribarlo; eso fue todo. Caía el troncoazul, silencioso caía para siempre en su infinito.
Y cada hoja de agua que ardía no dejaba cenizas. Los nidos
de espuma se deslizaban sobre los ojos del durmiente. Fue
el último roce del sueño. Luego, el ojo ya no fue agua, sino
cántaro: monolito antiguo del soñante.
Gabriela Troiano (Buenos Aires, 1980)
Barnacle,
Buenos Aires, 2023
Otra Iglesia Es Imposible - Barnacle - La Biblioteca de Marcelo Leites - Moebius - Brunch - Meta Poesía/Facebook - El Litoral - El Quilmero
Foto: Gentileza Editorial Barnacle
"Porque toda la noche es estrella. No hay vacío azul del cielo soñado..."
ResponderBorrarQué buena expresión! Alfredo Lemon
"Los nidos de espuma se deslizaban sobre los ojos del durmiente...
ResponderBorrarBello