[20]
Amado, amado mío, cuando pienso
que existías en el mundo hace un año,
cuando yo estaba sentada aquí sola en la nieve
y no vi tus pisadas ni escuché el silencio hundirse
en ningún momento con tu voz... pero, eslabón por eslabón
fui contando todas mis cadenas, como si
no pudieran caerse por un golpe
de tu posible mano... ¡Así bebo
de la gran copa maravillosa de la vida! ¡Maravilloso,
no sentir nunca cómo tu gesto o tu palabra personal
estremecían el día o la noche - ni haberte
presentido nunca en el blanco de las flores
que viste crecer! Era tan ciega como los ateos,
que no aceptan la presencia de Dios si no lo ven.
[c. 1850]
Elizabeth Barrett Browning (Coxhoe Hall, Inglaterra, 1806 – Florencia, Italia, 1861), Sonnets from the Portuguese, transcribed from the 1906 Caradoc Press edition by David Price, Gutenberg Org
Traducción de Griselda García
Imagen: Poetry Foundation
Belovëd, my Belovëd, when I think
That thou wast in the world a year ago,
What time I sat alone here in the snow
And saw no footprint, heard the silence sink
No moment at thy voice, but, link by link,
Went counting all my chains as if that so
They never could fall off at any blow
Struck by thy possible hand,—why, thus I drink
Of life’s great cup of wonder! Wonderful,
Never to feel thee thrill the day or night
With personal act or speech,—nor ever cull
Some prescience of thee with the blossoms white
Thou sawest growing! Atheists are as dull,
Who cannot guess God’s presence out of sight.
http://www.gutenberg.org/files/2002/2002-h/2002-h.htm
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