Como un monte cargado en el bies de la falda
¡El dolor en el cuerpo!
Reconozco el amor por el dolor
A lo largo del cuerpo.
Como un campo en mí desmenuzado
Para cualquier borrasca.
Reconozco el amor por la distancia
De todo lo cercano.
Como en mí excavados corredores
Hasta el cimiento, donde está lo negro.
Reconozco el amor por los filones
A lo largo del cuerpo.
Que gime. Agitada por el viento
Como la crin del huno.
Reconozco el amor por la ruptura
De las cuerdas más duras
Que pueblan mi garganta y sus desfiladeros
Pura herrumbre, sal viva.
Reconozco el amor por la rendija,
¡No! ¡No! - por el gorjeo
A lo largo del cuerpo.
29 de noviembre de 1924
Marina Ivánovna Tsvetáyeva (Moscú, 1892 - Yelábuga, Rusia, 1941), Poemas sueltos, versiones de Selma Ancira y Francisco Segovia, El Oro de los Tigres III, Universidad de Nuevo León, México, 2011
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Foto: Novosti
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