Nos une
el silencio que no hemos dicho
los días infinitos, la lluvia, la tristeza,
la ternura y sus ojos ciegos, pero azules
Nos une
algo oscuro como delirio y cenizas
como la palabra adiós cuando la soledad calla pero vence
¿Sabes lo que es la vida
cuando se ama pero estamos solos?
ES NO PODER DECIRLO
y ser una herida sin respuesta
Es abrir los brazos
y encontrar la ausencia
Y escribir nada más que un eco,
una campana de oro sepultada en la bruma.
Es gritar la palabra recuerdo
en la mitad de un beso, en la mitad de un verso
tan violento y tan inútil como todo el recuerdo.
Es amarnos
con el corazón vacío
como un pájaro cuando nace.
Es amarnos hasta el fin
en la soledad,
en el día interminable,
aniquilado.
Mario Morales (Pehuajó, 1936-Buenos Aires, 1987), "El juglar de ojos ciegos", La distancia infinita. Antología poética 1958-1983, selección y prólogo de María Julia de Ruschi, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2012
Ilustración: The Blue Night, Venice, 1897, Arthur Melville
No hay comentarios.:
Publicar un comentario