Visitando la ciudad subterránea de Beijing
Cavemos profundo, guardemos el grano,
tiremos abajo las casas, pero guardemos las piedras
para construir, construyamos en el desierto,
en medio de la selva, bautizando las ciudades
con el nombre de las ciudades destruidas
por nuestras propias manos, cavemos una tumba
para las viejas ciudades, almacenemos el grano
bien profundo, donde no llegue la luz, el aire,
cavemos una tumba para el grano, para las ciudades,
llevemos el desierto a la ciudad, la ciudad a la selva,
socavemos las ciudades cavando para ellas
un refugio nuclear, una ciudad fantasma.
Meng Jiasheng (Beijing, 1969), Un país mental.100 poemas chinos contemporáneos, selección y traducción de Miguel Angel Petrecca, Gog y Magog, Buenos Aires, 2011
Foto: Shangai, 2013, por Miguel Angel Petrecca
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