miércoles, enero 27, 2010

W. H. Auden / Tres poemas



Epitafio sobre un Tirano

Persiguió cierta clase de perfección,
y la poesía que inventaba era fácil de entender;
Conoció la debilidad humana como la palma de su mano,
y estaba muy interesado en ejércitos y armadas;
Cuando reía, senadores respetables estallaban en carcajadas,
y cuando lloraba los niños pequeños morían en las calles.


Mis reflexiones me condenan

Mis reflexiones me condenan,
y me pregunto cómo me atrevo
a mirarte a los ojos.
¿Qué derecho tengo de jurar
siendo la una de la madrugada
que te amaré hasta que muera?
La tierra enfrenta muchos crímenes
para preocuparse por mentiras banales;
si puedo dar mi palabra
el perdón puede repetirse
una y otra vez
en el tiempo. Lo cual es absurdo.
Tempus fugit. Definitivamente.
Así que termina tu trago.
Toda la carne es hierba. Lo es.
¿Pero quién puede decir
con seriedad o liviandad
qué resultará de eso?


Blues del refugiado

Digamos que esta ciudad tiene un millón de almas,
algunas viven en mansiones, otras en agujeros:
pero no hay lugar para nosotros, mi amor, no hay lugar para nosotros.

Una vez tuvimos un país y creímos que era justo,
mira en el atlas y lo encontrarás:
no podemos ir ahí ahora, mi amor, no podemos ir ahí.

En el patio de la parroquia del pueblo hay un tejo añoso,
que vuelve a florecer cada primavera:
los pasaportes viejos no pueden hacer eso, mi amor, no pueden hacer eso.

El cónsul golpeó la mesa y dijo,
‘Si no tienen pasaporte, oficialmente están muertos’:
Pero aún estamos vivos, mi amor, aún estamos vivos.

Fui a un comité; me ofrecieron una silla;
me dijeron gentilmente que volviera al año siguiente:
¿Pero a dónde iremos hoy, mi amor, a dónde iremos hoy?

Fui a un acto público; el orador se paró y dijo:
‘Si los dejamos entrar, nos robarán el pan de cada día’;
Estaba hablando de nosotros, mi amor, hablaba de nosotros.

Creí escuchar un trueno retumbar en el cielo;
era Hitler sobre Europa, diciendo: ‘Ellos deben morir’,
él pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.

Vi un caniche abrigado con una mantita,
Vi una puerta abierta y entró un gato:
Pero no eran judíos alemanes, mi amor, no eran judíos alemanes.

Fui hasta el puerto y me detuve en el muelle,
vi los peces nadando como si fueran libres:
a solo diez pies, mi amor, a solo a diez pies.

Caminé por un bosque, vi los pájaros en los árboles;
no tenían políticos y cantaban libremente:
no eran hombres, mi amor, no eran hombres.

Soñé que había un edificio de mil pisos,
mil ventanas y mil puertas:
ninguna era nuestra, mi amor, ninguna era nuestra.

Me detuve en una planicie bajo la nevada;
diez mil soldados marchaban de un lado a otro:
buscándonos, mi amor, a ti y a mí.

W. H. Auden (York, 1907- Viena, 1973), Another Time, Random House, 1940
Versiones de Silvia Camerotto


Epitaph on a Tyrant
Perfection, of a kind, was what he was after, /And the poetry he invented was easy to understand; / He knew human folly like the back of his hand, /And was greatly interested in armies and fleets; /When he laughed, respectable senators burst with laughter, / And when he cried the little children died in the streets.

My second thoughts condemn
My second thoughts condemn,/ And wonder how I dare /To look you in the eye. /What right have I to swear /Even at one a.m./ To love you till I die? / Earth meets too many crimes /For fibs to interest her; / If I can give my word, / Forgiveness can recur / Any number of times / In Time. Which is absurd. / Tempus fugit. Quite. / So finish up your drink. / All flesh is grass. It is. / But who on earth can think / With heavy heart or light / Of what will come of this?

Refugee Blues
Say this city has ten million souls, / Some are living in mansions, some are living in holes: / Yet there's no place for us, my dear, yet there's no place for us.// Once we had a country and we thought it fair, / Look in the atlas and you'll find it there: / We cannot go there now, my dear, we cannot go there now. // In the village churchyard there grows an old yew, / Every spring it blossoms anew: / Old passports can't do that, my dear, old passports can't do that. // The consul banged the table and said, / "If you've got no passport you're officially dead": / But we are still alive, my dear, but we are still alive. // Went to a committee; they offered me a chair; / Asked me politely to return next year: / But where shall we go to-day, my dear, but where shall we go today? // Came to a public meeting; the speaker got up and said: / "If we let them in, they will steal our daily bread": / He was talking of you and me, my dear, he was talking of you and me. // Thought I heard the thunder rumbling in the sky; / It was Hitler over Europe, saying, "They must die": / O we were in his mind, my dear, O we were in his mind. // Saw a poodle in a jacket fastened with a pin, / Saw a door opened and a cat let in: / But they weren't German Jews, my dear, but they weren't German Jews. // Went down the harbour and stood upon the quay, / Saw the fish swimming as if they were free: / Only ten feet away, my dear, only ten feet away. // Walked through a wood, saw the birds in the trees; / They had no politicians and sang at their ease: / They weren't the human race, my dear, they weren't the human race. // Dreamed I saw a building with a thousand floors, / A thousand windows and a thousand doors: / Not one of them was ours, my dear, not one of them was ours. // Stood on a great plain in the falling snow; / Ten thousand soldiers marched to and fro: / Looking for you and me, my dear, looking for you and me.

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Foto: Gisele Freund/Photo Researchers History/Getty Images

3 comentarios:

  1. Bien, Camerotto, bien. Gracias, Irene

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  2. ¿Cómo que bien? EXCELENTES las traducciones, Silvia!!!. Te felicito. Superaste nada menos que la traducción de Girri, en el "Epitafio de un tirano", que transcribo a continuación para que los lectores puedan comparar:

    Una suerte de perfección era lo que perseguía,/ y la poesía que inventaba era fácil de entender,/conocía la locura humana como el dorso de su mano,/y estaba grandemente interesado en ejércitos y flotas;/cuando reía, venerables senadores estallaban de ria,/y cuando lloraba los niños morían en las calle.

    En general me parece más fluída la de Camerotto: "dorso" es más preciso que "palma"; "muy" es mejor que "grandemente", "respetables" es más de uso diario y actual que "venerables" y estallar en "carcajadas" es mucho más potente que estallar "de risa".

    Y eso sin mencionar los otros dos poemas que no conocía, especialmente "Mis reflexiones me condenan", que está buenísimo. Gracias, Jorge. Gracias, Lady.

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  3. gracias, muchas. a los tres: irene, marcelo y administrador.
    esa versión de girri es casi igual a la primera que hice. como suele suceder con todas las primeras lecturas uno transporta de un idioma a otro. después, mide y corrige. nosotros no 'estallamos en risa' sino en carcajadas, tampoco conocemos a alguien 'como el dorso de nuestra mano', sino como la palma de nuestra mano.
    habrá que ver en qué circunstancias tradujo esto girri.
    él sigue siendo un maestro.
    abrazo.

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