Mi poeta es Unamuno,
el que a Cristo llama Hermano
y a Dios Padre Cirujano
-porque te corta la vida por lo sano-.
Unamuno
me confesó de verdad:
-No me puedo enamorar ni de una ni de dos;
ando siempre trabajando,
creando a Dios.
Para mí, Dios no es problema,
Dios para mí es un paisaje sin niebla
-a la hora del Amanecer-
entre rojos y azules,
Dios es un paisaje sin niebla;
para mí
está claro.
El guía de la abadía
-Y ahora, pasen al salón
vean las tres reliquias
de San Palemón;
aquí en el Sacristorio
se conservan
limpias de polvo y paja
-niño abre la caja-;
vean las tres calaveras
del Santo Patrón,
calavera de San Palemón niño,
calavera de San Palemón adolescente
y aquí, la calavera de San Palemón ya anciano en el martirio
-niño sujeta el cirio-.
(Las estampitas benditas
y pasadas por sus cuencas
valen a treinta.)
Al dolor no le huyas
No le huyas,
se pone más furioso.
Entrégate al dolor hasta que se harte.
Concéntrate en él
y en el que todo nada dura;
y no hagas aspavientos.
Así el dolor se enfriará asqueado
ante tu indiferente misticismo.
Gloria Fuertes (Madrid, 1917-1998), Obras incompletas, Ediciones Cátedra, 18° edición, Madrid 2008
Foto: RTVE/Hipertextual
Hermoso ese último poema. ¡Cuánta gente sin conocer!, Irene
ResponderBorrarEduardo Alvarez Tuñón dijo: Coincido con Irene Gruss. ¡Cuanta gente sin conocer! Es infinita esa belleza abandonada, para tomar una expresión de Edgar Bayley. Muy bueno.
ResponderBorrarBueno, aunque convengamos en que Gloria Fuertes es una poeta española célebre, famosísima...
ResponderBorrarEfectivamente
BorrarEduardo Alvarez Tuñón dijo: En respuesta a Anónimo: Un poeta al que no conoce Irene Gruss y Eduardo Alvarez Tuñón no puede ser considerado famoso.
ResponderBorrarSi de gloria , el apellido fuera componente alterno , Sería poca la medida para dar su talento gloria fuerte, bienvenida.
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