Poco puedo decir de una ciudad
que me encontró ocre
entre calles como pasadizos
hechos de barro naranja y viejo
poco pienso porque estuve
detenido en el tiempo
cruzando puentes de chapa y ladrillo
por sobre un agua sucia,
milenaria, tan nada misma,
igual que yo
y una vez más
se sintió el fin del mundo
tras una vereda sin salida
una curva a la nada
pero al todo, al mar abierto
como nosotros buscando absorber
esa vida, ese mar eterno
donde buscamos nadar para siempre
como la ciudad, sin morir,
palabras como canales podridos
y llenos de algo parecido a la magia
un tren rojo por sobre agua celeste
brillando bajo un sol de tarde,
metal contra metal chirriando
de Mestre a Santa Lucía
ida y vuelta, vuelta e ida,
afueradentro
la gente en góndolas
la gente en puentes
la gente descansando
sentada en veredas
como laberintos enmohecidos
no nos mira, no existimos
ni somos nada para nadie
nada más que dos turistas
de una parte inexistente del mundo,
pero igual un encuentro,
un acento reconocido, antiguos habitantes
de mi mundo que aparecen como fantasmas
y me arrastran de vuelta a casa
tan lejos, tan real como intangible
la noche cae en un tren
entre agua podrida y calor agobiante
entre comida y sepia y celeste
la noche cae entre rostros que nos desconocen
y olvidamos para siempre.
Mestre, Venecia
Santiago Cairo (Buenos Aires, 1989)
Nueve ciudades y una tumba blanca,
Buenos Aires Poetry,
Buenos Aires, 2019
Ref.: Buenos Aires Poetry
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