La larga ruta de Clifden
Al Oeste de Clifden, promontorio
Donde el cielo se vuelve agua
Donde el agua se vuelve memoria
Bien al borde de un nuevo mundo
A lo largo de las colinas de Clifden,
De las verdes colinas de Clifden,
Iré a dejar mi pena.
Para aceptar la muerte es necesario
Que la muerte se vuelva luz
Que la luz se vuelva agua
Y que el agua se vuelva memoria.
El Oeste de la entera humanidad
Se encuentra en la ruta de Clifden
En la larga ruta de Clifden
Adonde el hombre va a dejar su pena
Entre las olas y la luz.
Michel Houellebecq (isla de la Reunión, 1958), Le sens du combat, Editions Flammarion, 1996
Traducción de Jorge Fondebrider
La longue route de Clifden
À l’Ouest de Clifden, promontoire
Là où le ciel se change en eau
Là où l’eau se change en mémoire
Tout au bord d’un monde nouveau
Le long des collines de Clifden,
Des vertes collines de Clifden,
Je viendrai déposer ma peine.
Pour accepter la mort il faut
Que la mort se change en lumière
Que la lumière se change en eau
Et que l’eau se change en mémoire.
L’Ouest de l’humanité entière
Se trouve sur la route de Clifden
Sur la longue route de Clifden
Où l’homme vient déposer sa peine.
Entre les vagues et la lumière.
Foto: Houellebecq en Tablet
El Clifden de Houellebecq
ResponderBorrarpinta para una zamba
y esto viene a ser un elogio
de un tenor que no cualquiera
y se le dió al poeta francés
que anda penando por Irlanda.