domingo, noviembre 21, 2010

Louis MacNeice / "Diario de otoño", 2


Diario de otoño

II

Araña, araña que la tela tejes–
pero bajo la almohada está alerta la vigilia –
tengo miedo en la trama de la noche
cuando las sombras de las ramas tocan la ventana,
cuando colina abajo rugen los leones
y el medidor de la luz hace clic y corre el agua de la cisterna
y los dioses están ausentes y los hombres, quietos–
Noli me tangere, flaquea mi alma .
Algunos ahora son felices en la colmena del hogar,
muslo sobre muslo y una luz en la pieza de los niños,
y algunos tienen hambre bajo la bóveda estelar
y algunos se sientan girando manijas.
Gloria a Dios en lo Lo Más Bajo, paz bajo la tierra,
estúpido y sordo en el nadir;
me pregunto ahora si cualquier cosa vale
abierto el párpado y la mente recordando,
y pienso en Perséfone descendida a lo oscuro,
ya no más una virgen, perdido el vistoso prado,
pero, ¿por qué debe volver, por qué la campanilla debe señalar
que la vida dura para siempre?
Hay noches en que estoy solo y anhelo el amor
pero esta noche profundamente oscura prohibe
a cualquiera a mi lado o debajo de mí; sólo arriba
se apila alto el túmulo, adiós a la luz de las estrellas.
Adiós al cedazo platónico del Hombre Carnal
pero también adiós al filosofar de Platón;
tengo un plan mejor
dar directamente en el blanco sin ambages.
Si puedes equiparar Ser en su forma más pura
con negación de toda apariencia,
entonces déjame desaparecer – el perfume se hace cálido
de puro No-Ser, Nirvana.
Sólo la araña que teje sus babas
de hilo incoloro dice Sólo ahí hay siempre
intrusos, sueños,
que no dejan que se eche perro muerto alguno ni a la muerte ser definitiva;
sugiriendo, mientras teje, que mañana pesará más
esta noche, que Llegar a Ser es un digno rival de Ser,
que mañana también es un día
en que deberé abandonar mi cama y enfrentar la música.
Como todos los demás hacen con una sonrisa
sacúdete el sueño como un perro y precipítate al escritorio o a la máquina
y el temor a la vida desaparece mientras ellos marcan la entrada
y la historia se reafirma.
Arana, araña, es cierta tu ironía;
¿quién soy yo –o yo– para reclamar olvido?
Debo salir mañana, como los otros
y construir un castillo que se cae;
que nunca se ha caído,
no gracias a una fórmula, burocracia, institución,
no por ningún credo o bancos,
sino por el interminable valor del animal humano.
Araña, arena, teje
tu registro y déjame dormir un rato,
no ahora para terminar sino empezar
la tarea a menudo comenzada.

Louis MacNeice (Belfast, 1907-Londres, 1963)
Traducción de Jorge Fondebrider


II

Spider, spider, twisting tight–/ But the watch is wary beneath the pillow–/ I am afraid in the web of night/ When the window is fingered by the shadows of branches,/ When the lions roar beneath the hill/ And the meter clicks and the cistern bubbles/ And the gods are absent and the men are still–/ Noli me tangere, my soul is forfeit./ Some now are happy in the hive of home,/ Thigh over thigh and a light in the night nursery,/ And some are hungry under the starry dome/ And some sit turning handles./Glory to God in the Lowest, peace beneath the earth,/ Dumb and deaf at the nadir;/ I wonder now whether anything is worth/ The eyelid opening and the mind recalling./ And I think of Persephone gone down to dark,/ No more a virgin, gone the garish meadow,/ But why must she come back, why must the snowdrop mark/ That life goes on for ever?/ There are nights when I am lonely and long for love/ But to-night is quintessential dark forbidding/ Anyone beside or below me; only above/ Pile high the tumulus, good-bye to starlight./ Good-bye the Platonic sieve of the Carnal Man/ But good-bye also Plato's philosophising;/ I have a better plan/ To hit the target straight without circumlocution./ If you can equate Being in its purest form/ With denial of all appearance,/ Then let me disappear--the scent grows warm/ For pure Not-Being, Nirvana./ Only the spider spinning out his reams/ Of colourless thread says Only there are always/ Interlopers, dreams,/ Who let no dead dog lie nor death be final;/ Suggesting, while he spins, that to-morrow will out-weigh/ To-night, that Becoming is a match for Being,/ That to-morrow is also a day,/ That I must leave my bed and face the music./ As all the others do who with a grin/ Shake off sleep like a dog and hurry to desk or engine/ And the fear of life goes out as they clock in/ And history is reasserted./ Spider, spider, your irony is true;/ Who am I--or I--to demand oblivion?/ I must go out to-morrow as the others do/ And build the falling castle;/ Which has never fallen, thanks/ Not to any formula, red tape or institution,/ Not to any creeds or banks,/ But to the human animal's endless courage./ Spider, spider, spin/ Your register and let me sleep a little,/ Not now in order to end but to begin/ The task begun so often.

Ilustración: Noche, 1858, Charles Daubigny

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