Andaba por la ciudad, entre las callejuelas
del amado suburbio. Y me topaba
con queridos rostros desconocidos… Y después,
en la portería adonde había ido
en busca de una pieza, encontré…
Encontré algo gentil.
La madre me hablaba del precio a pagar.
Yo estaba en otra orilla. Mi vivienda
ya estaba en el paraíso de la nave. El paraíso
altísimo y confuso, que nos lleva
a beber la cicuta…
Pero volvamos
a la portería, a aquellos sinceros
modos del relato, a aquel vivo rubor…
Pero supremo ante todo era el olor
casto y gentil de la pobreza.
[Poesie, 1939]
*
Las estrellas me miraban si por momentos
entrecerraban los ojos como hacen los gatos
[Una strana gioia di vivere, 1949-1955]
*
¡Qué intenso es el rumor del alba!
Hecho de cosas más que de personas.
A veces lo precede un silbido breve,
una voz que alegre desafía al día.
Pero después en la ciudad todo está sometido.
Y mi estrella es aquella estrella pálida
mi lenta muerte sin desesperar.
[Una strana gioia di vivere, 1949-1955]
Sandro Penna (Perugia, Italia, 1906 - Roma, 1977)
Versiones de Roberto Raschella
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Foto: Sandro Penna en la Radiotelevisione Italiana (RAI). Captura de pantalla en La Tramontana
Ero per la città, fra le viuzze
dell’amato sobborgo. E m’imbattevo
in cari vissi sconosciuti… E poi,
nella portineria dov’ero andato
a cercare una camera ho trovato…
ho trovato una cosa gentile.
La madre mi parlava dell’affitto.
Io ero ad altra riva. Il mio alloggio
era ormai in paradiso. Il paradiso
altissimo e confuso, che ci porta
A bere la cicuta…
Ma torniamo
alla portineria, a quei sinceri
modi dell’una, a quel vivo rossore…
Ma supremo fra tutto era l’odore
casto e gentile della povertà.
*
Le stelle mi guardavano se a tratti
socchiudevano gli occhi come fanno i gatti.
*
Come è forte il rumore dell’alba!
Fatto di cose più che di persone.
Lo precede talvolta un fischio breve,
una voce que lieta sfida il giorno.
Ma poi nella cittá tutto è sommerso.
E la mia stella è quella stella scialba
mia lenta morte senza disperazione.
la inconfundible belleza de la poesía italiana.
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