sábado, marzo 09, 2019

Guillaume Apollinaire / Zona



Al final estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana

Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana

Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
sólo la religión se mantuvo nueva la religión
se mantuvo simple como los hangares de Port-Aviation

Sólo tú no eres antiguo en Europa oh cristianismo
el europeo más moderno es usted papa Pío X
y a ti las ventanas te observan la vergüenza no te deja
entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
lees prospectos catálogos carteles que cantan muy alto
ahí está la poesía esta mañana y para prosa están los diarios
están las entregas a 25 centavos llenas de aventuras policiales
retratos de grandes hombres y mil títulos varios

Esta mañana vi una linda calle cuyo nombre olvidé
nueva y limpia del sol ella era el clarín
los directores los obreros y las bellas mecanógrafas
de lunes a sábado pasan cuatro veces por día
de mañana tres veces gime la sirena
una campana rabiosa ladra al mediodía
las inscripciones de los letreros y de los paredones
las placas los avisos a manera de loros gritones
me gusta la gracia de esta calle industrial
situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes

Ahí está la calle joven y eres apenas un niño
tu madre sólo te viste de azul y de blanco
eres muy devoto y con el más antiguo de tus compañeros René Dalize
nada les gusta más que las pompas de la Iglesia
son las nueve la luz de gas es tenue muy azul salen del dormitorio a escondidas
rezan toda la noche en la capilla del colegio
mientras que eterna y adorable profundidad amatista
gira por siempre la gloria ardiente de Cristo
es el lirio hermoso que todos cultivamos
es la antorcha pelirroja que no apaga el viento
es el hijo pálido y bermejo de la madre dolorosa
es el árbol frondoso de todos los rezos
es la doble horca del honor y de la eternidad
es la estrella de seis picos
es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
detenta el récord mundial de la altura

Pupila Cristo del ojo
vigésima pupila de los siglos él sabe cómo hacerlo
y vuelto pájaro este siglo como Jesús sube en el aire
los diablos en los abismos levantan la cabeza para verlo
dicen que imita a Simón Mago en Judea
gritan si sabe volar llámenlo volado
los ángeles revolotean alrededor del lindo volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
flotan alrededor del primer aeroplano
a veces se apartan para dejar pasar a los que llevan la Santa Eucaristía
esos sacerdotes que suben eternamente levantando la hostia
al fin sin cerrar sus alas el avión aterriza
y el cielo se llena de un millón de golondrinas
a todo vuelo vienen halcones búhos cuervos
llegan de África ibis marabúes flamencos
el ave Roc cantada por narradores y poetas
planea llevando en sus garras el cráneo de Adán la primera cabeza
el águila se lanza dando un grito
y de América viene un colibrí chiquito
de China vinieron los pihis ligeros y largos
que sólo tienen un ala y vuelan apareados
y aquí está la paloma espíritu inmaculado
que escoltan el ave lira y el pavo ocelado
el fénix esa hoguera que se engendra a sí misma
por un instante vela todo con su ardiente ceniza
las sirenas dejaron los estrechos peligrosos
y llegan cantando las tres algo hermoso
y todos fénix águila y pihis de China
con la máquina que vuela fraternizan

Ahora caminas por París muy solo entre la masa
rebaños de autobuses mugiendo cerca pasan
la angustia del amor te aprieta la garganta
como si nunca más fueran a amarte
si vivieras en los tiempos antiguos entrarías en un monasterio
se avergüenzan cuando se sorprenden rezando
te burlas de ti y como el fuego del Infierno tu risa chisporrotea
las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
es un cuadro colgado en un museo sombrío
y a veces vas a mirarlo de cerca
Hoy caminas por París las mujeres están ensangrentadas
era y quisiera no acordarme era la decadencia de la belleza
Rodeada de llamas fervientes Notre-Dame me miró en Chartres
la sangre del Sacré-Coeur de ustedes me inundó en Montmartre
estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
el amor del que sufro es una enfermedad silenciada
y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
está siempre cerca tuyo esa imagen que pasa
Ahora estás a la orilla del Mediterráneo
bajo los limoneros que florecen todo el año
con tus amigos paseas en barco
uno es nizardo hay un mentoniano y dos turbiascos
miramos los pulpos de las profundidades con horror
y entre las algas nadan peces imágenes del Salvador

Estás en el jardín de una posada en las afueras de Praga
te sientes feliz hay una rosa sobre la mesa
y observas en vez de escribir tu cuento en prosa
la cetonia que duerme en el centro de la rosa
Despavorido te ves dibujado en las ágatas de Saint-Vit
estabas triste a morir el día que te viste ahí
pareces Lázaro trastornado por la luz
las agujas del reloj del barrio judío giran al revés
y tú también retrocedes en tu vida lentamente
subiendo al Hradchin y de noche escuchando
cantar canciones checas en las borracherías

Aquí estás en Marsella entre sandías

Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante

Aquí estás en Roma sentado bajo un níspero

Aquí estás en Ámsterdam con una chica que te parece linda y que es fea
debe casarse con un estudiante de Leiden
se alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
me acuerdo pasé tres días ahí y tres en Gouda

Estás en París ante el juez de instrucción
como a un criminal te encierran en la prisión

Hiciste viajes dolorosos y gozosos
antes de darte cuenta de la mentira y de la edad
sufriste de amor a los veinte y a los treinta años
viví como un loco y perdí mi tiempo
ya no te atreves a mirarte las manos y a cada rato yo quisiera sollozar
por ti por la que amo por todo lo que te horrorizó
Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los hijos
llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare
tienen fe en su estrella como los reyes magos
esperan ganar plata en Argentina
y volver a su país después de haber hecho fortuna
una familia lleva un edredón rojo como ustedes llevan su corazón
ese edredón y nuestros sueños son igual de irreales
algunos de esos emigrantes se quedan aquí y se alojan
en las calles des Rosiers o des Écouffes en pocilgas
suelo verlos de tarde salen a tomar aire
se mueven raramente como piezas de ajedrez
hay sobre todo judíos sus mujeres usan pelucas
y se quedan sentadas exangües en el fondo de los negocios

Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso
tomas por diez centavos un café entre desgraciados

Estás de noche en un gran restaurante

Esas mujeres no son malas tienen preocupaciones no obstante
todas hasta la más fea hizo sufrir a su amante

Ella es hija de un sargento de policía de Jersey

Yo no había visto sus manos que son duras y se tuercen

Siento una inmensa piedad por las costuras de su vientre

Ahora humillo a una pobre muchacha de risa horrible mi boca

Estás solo la mañana va a llegar
los lecheros hacen tintinear sus jarros en las calles
la noche se aleja como una mestiza hermosa
es Ferdine la falsa o Léa la mimosa

Y bebes ese alcohol ardiente como tu vida
tu vida que bebes como un aguardiente

Caminas hacia Auteuil quieres ir a tu casa a pie
dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
son Cristos de otra creencia y con otras figuras
son los Cristos inferiores de esperanzas oscuras

Adiós Adiós

Sol cuello cortado

[1913]

Wilhelm Apollinaire de Kostrowitsky, Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 – París, 1918)
Traducción de Mariano Fiszman

Y que todo tenga un nombre nuevo,
Griselda García - Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2019










Otra Iglesia Es Imposible - Poetica ("Zone", original) - InDeauville - A Media Voz - Zenda
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Foto: s/d

1 comentario:

  1. 1) si tuvieras que poner un signo de puntuación a la expresión “oh torre Eiffel”, ¿cuál pondrías?, ¿Por qué?

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