Eso que cae como una piedra en el estanque.
Solo, en lo estancado, y emite suéter rojo con casitas bordadas, muñeca negra
sin puntillas, letra infantil para una carta en que seca una gota de sangre.
Lo que nos priva de todo lo privado, ¿sólo es real si todo nos priva cuando
un cuerpo nos quita el cuerpo? ¿Solos, así, ante la muerte?
Eso que no, que dice no y no, la incertidumbre del saber de la muerte
Lo que perturba canta. Secamente. Con dicción cómica.
Cuerpo que ha sido el pasaje del canto tardará un tiempo realmente muy...
largo en que... imposible de medir con... a pie, a caballo mecánico un vehículo
cualquiera... el muro... a cuyas puertas... tendrías... no todo entra en el marco de
una fenêtre de terciopelo, yo, por ejemplo,
he visto a un caballero comer de la suela de sus zapatos la efigie de... un
mandril a falta de una buena manzana
para arrojar como una cuña viva en el dorso (en el dorso)
de su cárabo negro.
Canta.
De ser animal, sería liebre de cuerpo.
Saltar, saltar, siempre a punto de no morir.
Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)
Más poemas de este libro en El Placard
Buenos Aires, 2015
Solo, en lo estancado, y emite suéter rojo con casitas bordadas, muñeca negra
sin puntillas, letra infantil para una carta en que seca una gota de sangre.
Lo que nos priva de todo lo privado, ¿sólo es real si todo nos priva cuando
un cuerpo nos quita el cuerpo? ¿Solos, así, ante la muerte?
Eso que no, que dice no y no, la incertidumbre del saber de la muerte
Lo que perturba canta. Secamente. Con dicción cómica.
Cuerpo que ha sido el pasaje del canto tardará un tiempo realmente muy...
largo en que... imposible de medir con... a pie, a caballo mecánico un vehículo
cualquiera... el muro... a cuyas puertas... tendrías... no todo entra en el marco de
una fenêtre de terciopelo, yo, por ejemplo,
he visto a un caballero comer de la suela de sus zapatos la efigie de... un
mandril a falta de una buena manzana
para arrojar como una cuña viva en el dorso (en el dorso)
de su cárabo negro.
Canta.
De ser animal, sería liebre de cuerpo.
Saltar, saltar, siempre a punto de no morir.
Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)
Más poemas de este libro en El Placard
Partes del campo,
Ediciones de La Eterna,Buenos Aires, 2015
Voya investigar más por aquí.
ResponderBorrarME GUSTA TANTA REALIDAD IDA QUE ARRIBA HOY AQUÍ POR AZAHARES DIGNOS.GRACIA TE SEA CONCEDIDA
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