martes, mayo 17, 2011

Giovanni Giudici / Dos poemas





















[De La vita in versi]

La educación católica, I

En las únicas palabras que recuerdo
de mi madre -que "Dios
-decía- está en cielo en tierra
y en todo luogo"- la gutural gh *

desenvuelta atacaba el "luò" de un l'uovo
contra el borde de un plato
-serenamente luego de cielo en tierra
de la cáscara separada en dos mitades

dejaba caer en el fondo la yema intacta
-la madre desconocida hablaba
la religión entraba
en mi primera infancia.

* Con el fin de que se vea a qué refiere Giudici, se mantuvieron palabras del original que juegan en sonido y sentido con la "gutural gh", en este verso y el siguiente: luogo (lugar) y l'uovo (el huevo), esta última corroída (otro sentido de intaccare) por la pronunciación cerrada de la madre, en una corrupción semejante a la del castellano cuando convierte huevo en güevo (N. de T.)


Plaza Saint-Bon

Vocifera decoro el acreedor, se ensaña
con el insolvente, lo amenaza con cárcel,
hace que se junte la gente del paseo vespertino:
el justo pide justicia al procurador del rey.

Está enfrente solo el chico que tiembla
de miedo y de vergüenza, pero que finge
pertenecer a los otros - no se aprieta
al padre maltratado.

El hijo del deudor - yo
he sido.

Por mi padre rogaba a mi Dios
una plegaria de extraño sentido:
perdona a nos nuestras deudas
como nosotros las perdonamos.

Giovanni Giudici (Le Grazie, Liguria, 1924-La Spezia, Liguria, 2011), Dopo la lirica, poeti italiani 1960-2000. A cura di Enrico Testa, Giulio Einaudi Editore, Turín, 2005
Versiones de Jorge Aulicino

[Da La vita in versi]


L’educazione cattolica, I

Nelle sole parole che ricordo
di mia madre - che «Dio
- diceva - è in cielo in terra
e in ogni luogo» - la gutturale gh

disinvolta intaccava il luò d’un l’uovo
contro il bordo d’un piatto
- serenamente dopo in cielo in terra
dal guscio separato in due metà

scodellava sul fondo il tuorlo intatto
- la madre sconosciuta parlava
religione entrava
nella mia tenera età.


Piazza Saint-Bon

Sbràita decoro il creditore, infierisce
sull'insolvente, gli minaccia galera,
fa adunare la gente del passeggio serale:
il giusto chiede giustizia al procuratore del re.

Gli è contro solo il bambino che trema
di paura e vergogna, ma che finge
di appartenere ad altri - non si stringe
al genitore maltrattato.

Il figlio del debitore - io
sono stato.

Per il mio padre pregavo al mio Dio
una preghiera dal senso strano:
rimetti a noi i nostri debiti
come noi li rimettiamo.


Foto: Arte Mosaico Ravenna

2 comentarios:

  1. es hermoso encontrar sitios como este en la internet, llenos de palabras con sencibilidad, cualidad muy escasa ya en el mundo. Un abrazo

    Jheovany
    http://miltonromatro.blogspot.com/

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  2. portateli a casa dei guidici, de silvia albano

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