4 Señor, si existes, sálvame. & si no existes, invéntate & vuélveme a inventar.
4.001 Solo un fruto puesto sobre la mesa de madera. Es la única nota de color en esta
alcoba altamente vacía, donde Dios duda, desde la ventana, si entrar o no.
4.002 Como un ciego que busca a Dios entre las sombras, creo ver un día luminoso, la
luz en la piel de una manzana, mi rostro en una pared blanca.
4.003 Camino en dirección contraria a la del otoño & le doy la cara a cada doloroso
rayo del verano; de esa forma, con el rostro herido, es más fácil enfrentar
a Dios.
4.0031 Un W. adentro & otro W. afuera. Uno que pronuncia la palabra campo & otro que
aspira la palabra abismo. Uno que siente la ternura de un niño & otro que
piensa en las flaquezas de una mujer sola.
Como la flor que resiste el peso del cielo, uno & otro arquean sus tallos...
para no dejar caer a Dios.
4.01 Un W busca con afán la salida de la casa mientras otro W., con parsimonia,
busca la dirección de la misma casa. Cuando, por fin, los dos W. se encuentran
en el jardín, en la estación del tren o haciendo fila en un banco,
indescriptiblemente han de hallar a un tercer W. que camina hermosamente hacia
el interior de los dos.
Freddy Yezzed (Bogotá, 1979), El diario inédito del filósofo vienés Ludwing Wittgenstein, Ministerio de Cultura de Bogotá y Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2016
Ref.:
Vallejo & Co.
Revista Conexos
La Primera Piedra
Claroscuro
Foto: Sofía Macarena Castillón/Claroscuro
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