Año nuevo en Milán
Se creía en Milán que el ver
un hombre en el umbral de casa,
al ir a misa el primero de enero,
era señal de próspero futuro.
Eran figuras negras con abrigos,
inciertas en la niebla matutina,
echarpes blancos, sombreros, lánguidos y duros
repiques de bastón, pasos lejanos.
¿Dónde están ahora, hombres augurales?
¿La larga onda de su presagio
rompe aún en la orilla de los años?
En una niebla entre nosotros siempre más espesa
me parece entrever a veces
un vuelo de capas proféticas.
Versión de Jorge Aulicino
Capodanno a Milano
Si credeva a Milano che a vedere
per primo un uomo sulla soglia di casa
andando a messa il primo di gennaio
fosse segno di prospero futuro.
Erano figure nere di pastrani
incerte nella nebbia del mattino
sciarpe bianche, cappelli, flosci e duri
rintocchi di bastone, passi lontani.
Or dove siete, uomini augurali?
L’onda lunga del vostro presagio
si frange ancora alla riva degli anni?
Dentro una nebbia tra noi sempre più fitta
mi sembra talvolta intravedere
un volo di profetici mantelli.
Foto: Flatiron - Evening, 1905, Edward Steichen
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