No es, como gustan decir, la voluntad
implacable de nombrar la experiencia
de quien ha sufrido y por eso desecha
el recurso del adorno mortecino. Es,
en todo caso, su confianza en los sustantivos,
su adjetivación rala y apenas expresiva
y cualquier atisbo de acción subordinado
a la persistencia y fijeza de una imagen.
Suyo el artificio, en fin, de que el verso
existe porque en algún lado se vivió,
no de que el verso es la vida y lo intolerable.
Sergio Raimondi (Bahía Blanca, 1968), Poesía civil, 2001: Jorge Fondebrider, Una antología de la poesía argentina, Ediciones Lom, Santiago de Chile, 2008
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