sábado, febrero 29, 2020

Francisco García Jiménez / Siga el corso

















[Tango]

Esa Colombina
puso en sus ojeras
humo de la hoguera
de su corazón...
Aquella marquesa
de la risa loca
se pintó la boca
por besar a un clown.
Cruza del palco hasta el coche
la serpentina
nerviosa y fina;
como un pintoresco broche
sobre la noche
del Carnaval.

Decime quién sos vos,
decime dónde vas,
alegre mascarita
que me gritas al pasar:
"-¿Qué hacés? ¿Me conocés?
Adiós... Adiós... Adiós...
¡Yo soy la misteriosa
mujercita que buscás!"
-¡Sacate el antifaz!
¡Te quiero conocer!
Tus ojos, por el corso,
va buscando mi ansiedad.
¡Tu risa me hace mal!
Mostrate como sos.
¡Detrás de tus desvíos
todo el año es Carnaval!

Con sonora burla
truena la corneta
de una pizpireta
dama de organdí.
Y entre grito y risa,
linda maragata,
jura que la mata
la pasión por mí.
Bajo los chuscos carteles
pasan los fieles
del dios jocundo
y le va prendiendo al mundo
sus cascabeles el Carnaval.

[1926]

Francisco García Jiménez (Buenos Aires, 1899-1983)

Nota del Ad.: Aquella marquesa de la risa loca cita el famoso poema de Rubén Darío "Era un aire suave", incluido en Prosas profanas (1896), conocido entre la gente culta e incluso popularmente en aquellas décadas en Buenos Aires:

(...)

La marquesa Eulalia risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales,
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales.

(...)

Al oír las quejas de sus caballeros
ríe, ríe, ríe la divina Eulalia,
pues son su tesoro las flechas de Eros,
el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia.

¡Ay de quien sus mieles y frases recoja!
¡Ay de quien del canto de su amor se fíe!
Con sus ojos lindos y su boca roja,
la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.

Tiene azules ojos, es maligna y bella;
cuando mira vierte viva luz extraña:
se asoma a sus húmedas pupilas de estrella
el alma del rubio cristal de Champaña.

Es noche de fiesta, y el baile de trajes
ostenta su gloria de triunfos mundanos.
La divina Eulalia, vestida de encajes,
una flor destroza con sus tersas manos.

(...)

¿Fue acaso en el Norte o en el Mediodía?
Yo el tiempo y el día y el país ignoro,
pero sé que Eulalia ríe todavía,
¡y es cruel y eterna su risa de oro!

Fuera de que el tango recrea en el carnaval porteño el ambiente engañoso de los bailes de trajes cortesanos, que a su vez imitaban el carnaval popular, que a su vez era mímesis de las saturnales romanas en que el engaño era liberado, la letra revela la honda relación del tango con la poesía modernista. La risa cruel y el "desvarío" -la fingida histeria- en un ambiente artificial son el tema de fondo de tango y poema. El tango pone en boca de la desconocida un dardo certero: "soy la misteriosa mujercita que buscás". Colombina o Eulalia, pero no sin duda la mujer real bajo el antifaz. El vínculo con el modernismo se hizo más evidente en el tango de cabaret, especialmente el de la década de los 40, impregnado de sensualidad mórbida.

Todo Tango - Letralia - Tango y folklore argentinoEl LitoralCancioneros - Carlos Gardel/Calvo/YouTube

Ilustración: El Litoral 25.6.2011

viernes, febrero 28, 2020

Edgar Morisoli / Con libre luz, en libre tierra

         

 A Horacio Marani, en amistad


          "Nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada..."
                                                                   Edgar Bayley

¿Volverá el hombre hacia la tierra
los ojos ciegos de no mirar?
¿Se acordará de los rumores
y el silbo azul del maciegal?
¿Buscará rumbo oliendo el aire
recién llovido, el aire austral?
Río de amor, ¿dónde confluyen
intimidad y humanidad?


"Nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada..."

Sí, es infinita. Pero su alma
lo es más, y late a nuestro lado.
Ya nadie sabe nombre de estrellas,
nombre de hierbas o de pájaros.
Ya nadie lee la escritura
de las bandadas en lo alto,
ni contempla la abierta noche
para alcanzar mensaje de astros,
ni distingue aroma de aroma,
trino de trino, rastro de rastro.
Y hasta el idioma de los vientos
que comprendimos desde antaño,
hoy habla en vano a nuestro oído
porque ya el hombre lo ha olvidado.

Cautivo al fin, el que abandona
resulta él mismo abandonado.

"Nunca terminará, es infinita..."

(Recuerdo las grandes criaturas
del mar: al pie de los acantilados
la voz profunda del oleaje,
ronca salmodia, coro arcaico
de la grey de las roquerías,
y sus cachorros congregados
bajo custodia de ternura
contra el peligro o el espanto...)

¿Cómo no ver también en ellos
temblor de espíritu, secreta
llama del mundo: la corola
amotinada en primavera,
el largo sueño que nos une
con todo y todos, la bandera
del cielo al tope de la sangre
y este collar que nos enhebra?

Se limpiarán los ojos ciegos
con libre luz, en libre tierra.

Edgar Morisoli (Acebal, Santa Fe, Argentina, 1930), Hasta aquí la canción, Ediciones Pitangúa, Santa Rosa, La Pampa, 1999 

Nota del Ad.: Morisoli reside en la provincia de La Pampa desde los años 50. Por este libro recibió el Tercer Premio Nacional de Poesía en 2004


jueves, febrero 27, 2020

Noli, D'Aniello / Silueta porteña




















[Milonga]

Cuando tú pasas caminando por las tardes,
repiqueteando tu taquito en la vereda,
marcas compases de cadencias melodiosas
de una milonga compadrona y callejera.
Y en tus vaivenes pareciera la bailaras,
así te miren y te miren los que quieran,
porque tú llevas en tu cuerpo la arrogancia
y el majestuoso ondular de mi bandera.

Tardecita criolla, de límpido cielo
bordado de nubes, llevas en tu pelo.
Vinchita argentina que es todo tu orgullo...
¡Y cuánto sol tienen esos ojos tuyos!

Y los piropos que te dicen los muchachos,
como florcitas que a tu paso te ofrecieran
que las recoges y que enriedas en tu pelo,
junto a la vincha con que adornas tu cabeza.
Dice tu cuerpo tu arrogancia y tu cadencia
y tus taquitos provocando en la vereda:
Soy el espíritu criollo hecho silueta,
y te coronan la más guapa y más porteña.

[1936]

Ernesto Noli, Orlando D'Aniello (sin datos biográficos)

Nota del Ad.: La primera parte de esta letra sigue aquí la versión de Roberto Maida, con la orquesta de Francisco Canaro, datada en 1936. En versiones posteriores la palabra "compadrona" del cuarto verso es sustituida por "juguetona", y en el verso final de esa estrofa las palabras "mi bandera" fueron reemplazadas por "las porteñas". Decir que estas ondulan parece exagerado. La versión de 1936 no canta la última estrofa.

El Recodo - Todo Tango - Hermano Tango - Francisco Canaro/YouTube

Imagen: Tango Tunes

miércoles, febrero 26, 2020

Mary Oliver / Cuervos




Se han multiplicado a partir de un simple grano.
Cuando miras a uno a los ojos
los has visto a todos.

A los costados de las carreteras
picotean cosas blandas.
Son de todo menos refinados.

O vuelan por encima del maíz
como perdigones de fuego negro,
como jefes supremos.

Cuervo es cuervo, dices.
¿Qué más se puede decir?
Conduce por cualquier camino,

toma un tren o un avión
alrededor del mundo, deja
atrás tu vieja vida,

muere y nace de nuevo:
adonde quiera que llegues
ya estarán allí,

lustrosos y alborotadores
e indistinguibles.
El músculo profundo del mundo.

Mary Oliver (Maple Heights, Ohio, Estados Unidos, 1935-Hobe Sound, Florida, Estados Unidos, 2019), New and Selected Poems, Beacon Press, Boston, 1992
Versión de Jonio González

Otra Iglesia Es Imposible - Eterna Cadencia - Emma Gunst - Círculo de Poesía - Op. Cit. - Caleta Olivia - Literal - El Placard - Hablar de Poesía - El Mundo Incompleto - La Primera Piedra


CROWS

From a single grain they have multiplied.
When you look in the eyes of one
you have seen them all.

At the edges of highways
they pick at limp things.
They are anything but refined.

Or they fly out over the corn
like pellets of black fire,
like overlords.

Crow is crow, you say.
What else is there to say?
Drive down any road,

take a train or an airplane
across the world, leave
your old life behind,

die and be born again—
wherever you arrive
they’ll be there first,

glossy and rowdy
and indistinguishable.
The deep muscle of the world.

---
Foto: Mary Oliver, Hobe Sound, Florida, 2013 Angel Valentine/New York Times/The Boston Globe

martes, febrero 25, 2020

Emilio Fresedo / El tarta















[Tango]

Yo no tango tungo tengo,
yo me ca ca cachen diez empieza el lío;
es la luenga lunga lengua
que se hamaca, que se araca atranca digo.
Yo jamón, jamás la pata
nunca mato, nunca meto qu'embromar;
y pa' calma, colmo peso
paso el día sin hablar.

Yo lluvia, llave llevo treinta abriles sobre mí.
Soy pobre y muy enredo, pero honrado de verdad;
soy toro, no, soy tero, soy soltero y no soy gil,
y pronto vento y piba he de casar.
Por norma parlo poco porque peco por hablar;
la viaje, vieja dice que su hijita no es pa' mí,
que nato, nata, nota mi defecto mucho más
y al ñudo es forcejear nació pa' mí.

Tengo mecha, mucha cancha
y aún sin pleto, plato, plata voy en fija
si al casorio se me oponen.
Yo me escupo, yo me escapo con la chiva
con la chica digo y vale,
que si el vento que si el vento es pa' mi mal
de mi pucho, pecho sale
el amor que he de brindar.

[1933]

Emilio Fresedo (Buenos Aires, 1893-1974)

Todo Tango - Hermano Tango - Wikipedia - Tangos al Bardo - El Rincón del Tango 

Foto: Todo Tango

lunes, febrero 24, 2020

Hemant Divate / Mariposas














Mientras rondaba por el jardín de mi complejo de viviendas,
casualmente le comenté a un amigo:
sabes, en estos días ya no se ven esas pequeñas mariposas
amarillas, comunes.
Casualmente me contestó:
Esa marca se ha descontinuado.

[inédito]

Hemant Divate (Maharastra, India, 1967)

Traducción del maratí al inglés: Mustansir Dalvi
Traducción del inglés al castellano: Zingonia Zingone
Envío de Indran Amirthanayagam

Hemant Divate/FacebookSamanvay IHC Indian Languages ​​Festival - Big Bridge - Life and Legends - PoemHunterVallejo & Co.

Foto: Hemant Divate/Facebook

Butterflies

While rambling through the garden of my housing complex,
Apropos of nothing, I told a friend:
Y’know, these days, we don’t see those small,
Common yellow butterflies any more.
To which, he casually replied:
That brand has been discontinued.

domingo, febrero 23, 2020

Homero Manzi / Milonga del 900














[Milonga]

Me gusta lo desparejo
y no voy por la vedera.
Uso funghi a lo Massera*,
calzo bota militar.
La quise porque la quise
y por eso ando penando,
se me fue ya ni sé cuándo,
ni sé cuándo volverá.

Me la nombran las guitarras
cuando dicen su canción.
Las callecitas del barrio
y el filo de mi facón.
Me la nombran las estrellas
y el viento del arrabal.
No sé pa' qué me la nombran
si no la puedo olvidar.

Soy desconfiao en amores,
y soy confiao en el juego.
Donde me invitan me quedo
y donde sobro también.
Soy del partido de todos
y con todos me la entiendo,
pero váyanlo sabiendo
¡soy hombre de Leandro Alem!

No me gusta el empedrao
ni me doy con lo moderno.
Descanso cuando ando enfermo
y después que me he sanao.
La quiero porque la quiero
y por eso la perdono.
No hay nada peor que un encono
para vivir amargao.

[1933]

Homero Manzi (Añatuya, Argentina, 1907-Buenos Aires, 1951)

* Sombrero de ala corta (fedora) fabricado por el genovés Pascual Massera en el barrio de la Chacarita (Nota del Ad.) Floklore Tradiciones

Todo Tango - El Almacén - La Izquierda Diario - El Historiador - Clarín - La Nación

Foto: Homero Manzi, 1942 Museo del Cine/Wikimedia Commons

sábado, febrero 22, 2020

Francisco Madariaga / Voluntario de las guerras civiles en Corrientes













(Daguerrotipo del siglo XIX)

1
Arenas de las playas del desembarco.
Un resplandor ardiente de recalmón del subtrópico en el pecho,
y un golpe de demonio verde le cruza por los ojos.
Entre las ánimas se oye el canto de un guerrero gaucho que canta
     en guaraní,
y aún dirige el nadar de los caballos.

2
Monta como un saurio sobre la sombra de las aguas y
     el tufo de los colores.


3
Jefe moreno y sombreado
por el color de un río de oro,
hijo de tigre y de india madre
que lo parió sobre un abrojo.
Aquí ya sangra y se despinta
un natural de poncho criollo.

Corrientes. Agua. ¡Y no hay sollozo!

                         a la memoria de Julio Traynor

Francisco Madariaga (Buenos Aires, 1927-2000), Criollo del universo (1970-1998), Editorial Argonauta, Buenos Aires, 1998

Francisco Madariaga - Otra Iglesia Es Imposible - Ecu Red - Poéticas - La Nación - Eterna Cadencia - El Litoral - Buenos Aires Poetry - Diario Norte - Oculta Lit.

Foto: Lucio Madariaga/Hugo Luna/ Universidad de Entre Ríos/YouTube

viernes, febrero 21, 2020

Abel Aznar / De puro curda

¡Che mozo! Sirva un trago más de caña,
yo tomo sin motivo y sin razón;
no lo hago por amor que es vieja maña,
tampoco pa'engañar al corazón.
No tengo un mal recuerdo que me aturda,
no tengo que olvidar una traición,
yo tomo porque sí... ¡de puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.

Y a mi qué me importa que diga la gente
que paso la vida en un mostrador.
Por eso no dejo de ser bien decente,
no pierdo mi hombría ni enturbio mi honor.
Me gusta, y por eso, le pego al escabio,
a nadie provoco ni obligo jamás
y al fin, si tomando me hago algún daño,
lo hago conmigo... ¡De curda nomás!

Si un hombre pa'tomar un trago e'caña
precisa la traición de una mujer,
no es hombre, no se cura, no se engaña.
¡Es maula p'al sufrir y p'al perder!
Yo tengo bien templado el de la zurda
no tomo p'aguantar un tropezón,
yo tomo porque sí... ¡De puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.

[1957]

Abel Aznar (Libertad, provincia de Buenos Aires, Argentina, 1913-Buenos Aires, 1983)

Todo Tango - Wikipedia/Registro de SADAIC - El Litoral

Foto: Todo Tango s/d

Enrique Cadícamo / Niebla del Riachuelo
















¡Turbio fondeadero donde van a recalar
barcos que en el muelle para siempre han de quedar...!
Sombras que se alargan en la noche del dolor;
náufragos del mundo que han perdido el corazón.
Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar,
barcos carboneros que jamás han de zarpar.
Torvo cementerio de las naves que al morir
sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir...

¡Niebla del Riachuelo!
Amarrado al recuerdo
yo sigo esperando...
¡Niebla del Riachuelo!
De ese amor, para siempre,
me vas alejando.
Nunca más volvió,
nunca más la vi,
nunca más su voz
nombró mi nombre
junto a mí...

Esa misma voz
que dijo: "¡Adiós!".

Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto, mi canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca, nunca más han de levar,
bordas de lanchones sin amarras que soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la botella del figón...

[1937]

Enrique Cadícamo (General Rodríguez, Argentina, 1900-Buenos Aires, 1999)

Nota del Ad.: botella del figón (fonda, cantina) va entre comillas en las versiones más confiables de esta letra, por lo que debe suponerse cita o remedo. Alude a las miniaturas de barcos en botellas, que fascinaron a Raúl González Tuñón. La partirura de este tango es de Juan Carlos Cobián, que puso música a los temas más populares de Cadícamo y a quien este definió como "un romántico exasperado".

Otra Iglesia Es Imposible - Todo Tango - Página 12 - Tangos al Bardo - Infobae - Dardanelos - Arhivos O'Donnell/YouTube - Tacchi Solitari

Foto: Enrique Cadícamo, 1992 Retratos/Aldo Sessa

jueves, febrero 20, 2020

Víctor Redondo / Dos poemas de "Circe"














Inferno

El retiro abierto, las hojas entornadas señalaban una antigua ausencia.
Dar unos pasos por la habitación para convencerme de la existencia del
     / viejo olor aún sobre los muebles.
Aguardar la caída de la tarde para volver a recordar las vulgares,
     / estúpidas ciudades del mediodía.
Y por sobre toda la ansiedad, el manto, el manto del olvido para
     / borrar las horas.
La estúpida ventana de las ciudades del mundo, la estúpida ansiedad.
El calor, la sed,
El amor como una ventana,
abriéndose, cerrándose, abriendo, cerrando, callando.
La alegría del amor desierto.
El sol, a veces, como un gran sexo en éxtasis.
Las paredes blancas como la piel de un niño, dos árboles -uno
     / viejo, el otro joven-
y la gran línea del horizonte encerrándonos en el mundo.
No había frutos en esos árboles, despedían por la tarde un
    / triste perfume de Dios,
y bebían gotas de nube de plata.
¡Cólera, cólera contra esos tiempos!

El arder de la vida
por el gran pantano de luz de aquellas islas.


Un sueño de Paracelso

Mago de espina seca
astrada medialuna
bajo el carmen perfecto vio
dos mañanas de fuegos azules
ardiendo entre cristales sabios
el amor lejos siempre de la sabiduría
más calor, más agua verde,
amenazando qué estirpe religiosa
tras la cortina
el pasillo laberinto
el silencio y la letra
creció el humo y nació la piedra
la virtud.

Víctor Redondo (Buenos Aires, 1953), "Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984", 70 Poemas, selección de Jorge Zunino, Hilos Editora, Buenos Aires, 2014

Otra Iglesia Es Imposible - Ultimo Reino - SEA - Esto no Es una Revista - La PapaBlog de la Librería Norte - Blog del Amasijo - La Poesía Alcanza para Todos - Poetas Siglo XXI

Foto: Víctor Redondo, 2012 Víctor Redondo/Facebook

miércoles, febrero 19, 2020

Mirta Rosenberg / Jueves 8













¿Lo que se puede tocar?
Una ruina, o una idea de lo que fue,
Tacto, un monumento.

Tengo, como un alma,
muchísimos dedos en cada mano,
en cada mano, sabiendo
cada momento,
"podría perderlos".

Soy una piel estirada
sobre una importante superficie
del mundo.

Voy a tocarte, Tacto,
con esta mano normal
a la luz del día, y voy a cerrar los ojos
para saber si es cierto. Si acierto
con el centro, no es cierto. Si no,
sigo tentando, con la esperanza
de quien tiene ganas de perderla.

Hace tiempo, vi a alguien
que sostenía en la mano, parada,
a su hija de diez meses. Me pareció
en ese momento, que tenía tacto
suficiente para mantener erguido algo
de la esperanza suya, con esos pocos dedos
empalmados suyos.
De su yo.

Soy un momento sostenido
en una Importante Superficie del Mundo.

Una superficie cultivada
y cultivada, sin año sabático
para las células, las pobres del tacto.

Mirta Rosenberg (Rosario, Argentina, 1951-Buenos Aires, 2019), "El arte de perder", 1998, El árbol de palabras. Obra reunida 1984 / 2006, Bajo la Luna, Buenos Aires, 2006

Bajo la Luna - Pre-Textos - Otra Iglesia Es Imposible - Secretaría de Cultura de la Nación - Tuerto Rey - La Izquierda Diario - La Nación - Perfil - El Poeta Ocasional -  Zaidenwerg - Eterna Cadencia - Audiovideoteca de Buenos Aires/YouTube

Foto: Hernán Zenteno/La Nación

martes, febrero 18, 2020

Sylvia Plath / Oveja en la niebla












Las colinas saltan hacia la blancura.
Gente o estrellas
me observan con tristeza, las decepciono.

El tren deja un trazo de aliento.
Oh lento
caballo del color de la herrumbre,

Pezuñas, dolorosas campanas —
toda la mañana la
mañana ha estado ennegreciéndose,

Una flor dejada de lado.
Mis huesos se serenan, los lejanos
campos ablandan mi corazón.

Amenazan
con dejarme pasar a un cielo
sin estrellas ni padre, un agua oscura.

Sylvia Plath (Boston, Estados Unidos, 1932-Londres, 1963), Ariel, Faber & Faber, Londres, 1965
Versión de Jonio González

Poetry Foundation - Poets Org - Otra Iglesia Es Imposible - Círculo de Poesía - De Sibilas y Pitias - El Placard - Algún Día en Alguna Parte - Zaidenwerg

Foto: Bettman/Getty/The New Yorker

SHEEP IN FOG

The hills step off into whiteness.
People or stars
Regard me sadly, I disappoint them.
The train leaves a line of breath.
O slow
Horse the color of rust,
Hooves, dolorous bells ----
All morning the
Morning has been blackening,
A flower left out.
My bones hold a stillness, the far
Fields melt my heart.
They threaten
To let me through to a heaven
Starless and fatherless, a dark water.

lunes, febrero 17, 2020

Marcelo Rizzi / Dark matter














Pero no se elije cualquier nube porque sí:
esos reflejos que las nimban, esa contorsión
ante las reminiscencias, deben tener una razón.
La noche parece acomodarse otra vez en su nido
con forma de féretro pequeño: renueva su viaje
cíclico no más allá de nuestros pies. Toda lectura
a oscuras guarda un parecido con la cegadora
ley de los ojos a la luz del día bien abiertos.
Dicho de otra manera: aquello que no fuimos
se vuelve parte de nuestra propia existencia,
habitamos solo el tiempo de nuestras creencias:
ojalá esos abrazos en la oscuridad hubieran sido
ciertos.

Marcelo Rizzi (Rosario, Argentina, 1961)

Barnacle - Ediciones en Danza - Editorial Municipal de Rosario - Otra Iglesia Es Imposible - Op. Cit. - Buenos Aires Poetry - La Pecera - Colofón

Foto: Marcelo Rizzi/Facebook

domingo, febrero 16, 2020

Paolo Conte / Los impermeables













Mocambó
persianas bajas
lluvia sobre los letreros de las noches idas
debo pensarlo, debo pensarlo
no sé, dependerá dependerá
¿Qué historia querés que te cuente?
¡Ah! No sé decir no,
no, no, no

y se reiniciará
como un rendez-vous

hablando bajo
entre nosotros dos.

Bajo a tomarme un café,
perdoname un momento
Pasá la mano por aquí, así
sobre mis moretones.
Pero qué bueno que llueve sobre los impermeables

ratta ta ta ta

y no sobre el alma.

Paolo Conte (Asti, Italia, 1937), Paolo Conte, CGD, 1984
Versión de Jorge Aulicino

Otra Iglesia Es Imposible - In The Flesh - Discogs - Gallucci Editore - La Repubblica - Venezuela SinfónicaEl Cultural - El País

Foto: Venezuela Sinfónica

Gli impermeabili

Mocambò
serrande abbassate
pioggia sulle insegne delle notti andate
devo pensarci su pensarci su
ma dipenderà dipenderà
quale storia tu vuoi che io racconti?
ah! non so dir di no, no, no no no

e ricomincerà
come da un rendez-vous

Parlando piano tra noi due

Scendo giù
a prendermi un caffè
scusami un attimo
passa una mano qui, così,
sopra i miei lividi
ma come piove bene sugl’impermeabili

Ratta ta ta ta

E non sull’anima

InTheFlesh

sábado, febrero 15, 2020

Paolo Conte / Dos canciones












Hemingway

Lejos de las dulzuras del Harry's Bar
y de las ternuras de Zanzibar
estaba esta calle.

Lejos de las ilusiones de Tomboctú
y de las piernas largas de Babalú
estaba esta calle.

Esta calle callada que se perdía
como una mariposa, una nostalgia,
nostalgia al gusto de Curaçao.

Quizá me explique mejor un día.

Et alors, Monsieur Hemingway, sa va?
Et alors, Monsieur Hemingway, sa va mieux?

Appunti di viaggio, 1982, RCA, Italia


Como de

Miralos, de trenes en marcha
se abalanzan,
en camiseta te sonríen,
como de... como de
como de orquesta ilusa en Nápoles
y vapuleada en Minneapolis,
como de comédie,
la comédie d'un jour, d'un jour de ta vie,
la comédie, la comédie.
Qué es esta luz llena de vértigo,
mirada de mujer que te fulmina
como de...
como de la antigua amante vista en Nápoles
con lejanísimos binoculares,
comédie, comédie d'un jour
la comédie.

Háblame,
así el recuerdo se simplifica,
en el son dulce e infeliz, aquí,
como de orquesta que se precipita
en un ventilador del Grand-Hôtel.
Comédie, comédie.

La comédie d'un jour.

Come di, Le Chant du Monde, Francia, 1986

Paolo Conte (Asti, Italia, 1937)
Versiones de Jorge Aulicino

Otra Iglesia Es Imposible - Chi è? - Corriere della Sera - El País -  El Diario - Crónica global - El Periódico

Foto: Paolo Conte durante un concierto en Barcelona, junio de 2016 EFE/El Diario

Hemingway 

Oltre le dolcezze del Harry's Bar
e le tenerezze di Zanzibar
c'era questa strada.

Oltre le illusioni di Tinboctù
e le gambe lunghe di Babalù
c'era questa strada.

Questa strada zitta che vola via
come una farfalla, una nostalgia,
nostalgia al gusto di Curazao.
Forse un giorno meglio mi spiegherò.

Et alors, Monsieur Hemingway, sa va?
Et alors, Monsieur Hemingway, sa va mieux?


Come di

Guàrdali, dai treni in corsa si sbilanciano
In cannottiera ti sorridono
Come di, come di
Come di, come di orchestra illusa a Napoli
E poi sgridata a Minneapoli
Comi di, comédie
La comédie d'un jour, la comédie de ta vie
La comédie, la comédie
Ma cos'è la luce piena di vertigine
Sguardo di donna che ti fulmina
Come di, come di
Come di antica amante vista a Napoli
Con lontanissimi binocoli
Comédie, comédie d'un jour
La comédie
Pàrlami, dunque il ricordo si semplifica
Nel suono dolce ed infelice, qui
Come di, come di, come di
Come di, come di orchestra che precipita
In un ventilatore al Grand-Hôtel
Comédie, comédie


La comédie d'un jour.

© Sugarmusic s.p.a

viernes, febrero 14, 2020

Robert Creeley / Si la felicidad













Si la felicidad fue
simple alegría, pájaro,

bestia o flor
fue el así llamado mundo

aquí en todas partes
por nosotros,

entonces el amor fue tan verdadero
como el aire, el agua –

como la luz del sol, la solidez
del suelo, la dureza de la roca,

para nosotros, en nosotros,
de nosotros.

Robert Creeley (Arlington, Estados Unidos, 1926-Odessa, Texas, Estados Unidos, 2005), "Mirrors", The Collected Poems of Robert Creeley 1975-2005, University of California Press, Berkeley, 2006
Versión de Jonio González

Poetry Foundation - Paris Review - The University of Arizona - El País - Otra Iglesia Es Imposible - De Sibilas y Pitias - El Placard - La Raíz Invertida

Foto: Bruce Jackson/Just Buffalo Literary Center


IF HAPPINESS

If happiness were
simple joy, bird,

beast or flower
were the so-called world

here everywhere
about us,

then love were as true
as air, as water—

as sky's light, ground's
solidness, rock's hardness,

for us, in us,
of us.

jueves, febrero 13, 2020

Pancho Muñoz / Tres poemas












Pascua porteña

  Podrá hoy, abril de 2016, Zappa tocar
"Watermelon in Easter Hay", grabado en vivo en el 88,
con los huesos que le queden de sus manos -a esta altura-
o cenizas que brillen o algo parecido;

podrá hacerlo, es decir

podrá tocar
de nuevo y como aquella vez.


Goya a perpetuidad

La fatalidad no es buena herencia, pero es algo.

Usted pinta el paisaje que anticipa y sospecha, y esa es su guerra
y mi medalla.


Todo

  Todo ocurre de
noche; la
perspectiva y las
estrellas y las
sombras dándole forma
a todo lo que ocurre
en la noche clavada y su
campo iluminado de venganza.

Todo lo que necesito
es un poco más de tiempo,
involcable como la vida.

Tiempo, tiempo, tiempo...
Se mueve para acá...
     se mueve para allá...

y no sale de la noche.

Francisco "Pancho" Muñoz (Buenos Aires, 1945), Huella de perro en el cemento fresco. Poemas (2016-2019), Milena Caserola, Buenos Aires, 2019

Milena Caserola/Facebook - Pancho Muñoz/Facebook - Otra Iglesia Es Imposible - De Sibilas y Pitias - Aromito - Página 12 - Radio Cut - Romanticismo y verdad

Foto: Jorge Larrosa/Página 12

miércoles, febrero 12, 2020

Margaret Atwood / Comenzás












Comenzás así:
esta es tu mano,
este es tu ojo,
esto es un pez, liso y azul
sobre el papel, casi
la forma de un ojo.
Esta es tu boca, esto es una O,
o la luna, lo que
prefieras. Esto es amarillo.

Al otro lado de la ventana
está la lluvia, verde
porque es verano, y más atrás
árboles y después el mundo,
que es redondo y tiene apenas
los colores de estos nueve crayones.

Este es el mundo, más completo
y difícil de aprender que lo que acabo de decir.
Tenés razón en borronearlo así
con rojo y arriba
naranja: el mundo se está incendiando.

Cuando te hayas aprendido estas palabras
aprenderás que hay más
palabras que las que podés aprender.
La palabra mano flota encima de tu mano
como una nubecita sobre un lago.
La palabra mano ancla
tu mano a esta mesa,
tu mano es una piedra cálida
que sostengo entre dos palabras.

Esta es tu mano, estas son mis manos, este es el mundo,
que es redondo en vez de plano y tiene más colores
que los que podemos ver.

Comienza, tiene un fin,
eso es a lo que vas
a regresar, esta es tu mano.

Margaret Atwood (Ottawa, Canadá, 1939), Two-Headed Poems, Houghton Mifflin Harcourt, Boston, 1978
Versión de Mariángel Mauri

Margaret Atwood - Otra Iglesia Es Imposible - De Sibilas y Pitias - El Placard - Círculo de Poesía - NES

Foto: Margaret Atwood, Los Angeles, 2018 Jordan Strauss/Invision/AP/El País

You Begin

You begin this way:
this is your hand,
this is your eye,
that is a fish, blue and flat
on the paper, almost
the shape of an eye.
This is your mouth, this is an O
or a moon, whichever
you like. This is yellow.
Outside the window
is the rain, green
because it is summer, and beyond that
the trees and then the world,
which is round and has only
the colors of these nine crayons.
This is the world, which is fuller
and more difficult to learn than I have said.
You are right to smudge it that way
with the red and then
the orange: the world burns.
Once you have learned these words
you will learn that there are more
words than you can ever learn.
The word hand floats above your hand
like a small cloud over a lake.
The word hand anchors
your hand to this table,
your hand is a warm stone
I hold between two words.
This is your hand, these are my hands, this is the world,
which is round but not flat and has more colors
than we can see.
It begins, it has an end,
this is what you will
come back to, this is your hand.

martes, febrero 11, 2020

Jonio González / Retórica














una mano recoge la mano caída
en el jardín donde la luz se esfuerza
por no abandonar el verde de las hojas

en nosotros la tierra yerma
la ofrenda precaria:
es el sol quien nos empuja
hacia la sombra

como si el propio árbol pidiera
que alguien quemase sus ramas

Jonio González (Buenos Aires, 1954), Historia del visitante, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2019

Ediciones en Danza - Otra Iglesia Es Imposible - Analecta Literaria - EMG - El Poeta Ocasional - De Sibilas y Pitias - El Infinito Viajar - Poetas Siglo XXI

Foto: Jonio González, Barcelona, 2015 Jonio González/Facebook

lunes, febrero 10, 2020

Roberto Malatesta / Jean el indignado














Nadie podrá entender lo que vimos,
lo que vivimos, el paraje inhóspito,
desesperadamente agreste,
fuimos el agente de cambio,
nosotros, nuestras manos,
nuestro dolor de espalda,
nuestra testarudez.
Un río que provocaba arcadas
si lo querías beber,
nosotros lo hicimos nuestro.
Ante todo, un estandarte: nuestra fe,
pareada, es cierto,
a la irreversible circunstancia:
aquí estábamos, de aquí
no podíamos volver sin perderlo,
nuevamente, todo. Ahora bien,
de un injerto a otro injerto a otro injerto
no siempre se mejora la cepa.
Te estoy oyendo Rutherford McDowell,
hago mías tus palabras, dónde quedaron
la vieja fe,
el viejo dominio de la vida,
el viejo valor
que trabaja y ama y sufre y canta
bajo el sol.
La comodidad es madre de vicios
y despilfarro.

Roberto Malastesta, (Santa Fe, Argentina, 1961)

Esperanza-Spoon River,
Salta el Pez Ediciones,
Buenos Aires, 2019









De la sección “Citas” al final del libro: JEAN EL INDIGNADO: E.L.M. “Rutherford McDowel”. Al igual que JOHANN EL INDIGNADO parto del poema de E.L.M. “John el indignado”.

Roberto Malatesta - Salta el Pez Ediciones - Otra Iglesia Es Imposible - Poéticas - Círculo de Poesía - Flopa Lestani/Facebook - Poetas Argentinos - Revista Internacional de PoesíaPágina 12 - El Litoral - Momarandu

Foto: Carolina Niklison/Roberto Malatesta/Facebook

domingo, febrero 09, 2020

Manuel Vilas / MacDonald´s












Estoy en el MacDonald´s de la Plaza de España de Zaragoza,
haciendo la cola gigantesca,
con los ojos clavados en los carteles de los precios,
el dinero justo en la mano derecha,
billetes arrugados.

Estoy ahora en el piso subterráneo, arriba fue imposible.
Estoy sentado al lado de un niño negro que tiene en su mano
una patata amarilla untada de ketchup muy rojo:
Santísima bandera del otro mundo, el niño negro que resplandece, 
mi hermano ciego.
El niño está solo, no bebe,
no le llega para la Cocacola, sólo patatas.
Sólo patatas, sólo patatas, esa desgracia,
esa soledad idéntica a la mía,
¿no lo entiendes?, sólo le llega para las patatas,
y está sentado, quieto,
en su trono, la negritud y el niño,
en el trono, allá, allá, en ese trono radiante.

MacDonald´s siempre está lleno.
Es el mejor restaurante de Zaragoza,
una alegría despedazada nos despedaza el corazón:
Por tres euros te llenan de cajas, de vasos de plástico, de bolsas,
de pajitas, de bandejas.
Es el mejor restaurante del mundo. Es un restaurante comunista.
Rumanos, negros, chilenos, polacos, cubanos, yo mismo,
aquí estamos, abajo, al lado de un muñeco,
al lado de un cartel que dice "I´m lovin´ it". Tengo una bota encima de un charco
de un helado de nata deshecho. Miro la nata comerse el tacón de mi bota.
Una nata blanca, despedazada.
Arde el sol sin tiempo, bulle la mano sucia.

A mi lado, una niña de veinte años le dice a un tío de diecisiete
que no le importaría hacérselo con él. Con él, con él, un eco negro.
Y ríen y tragan patatas fritas.
Y yo trago patatas fritas.
Y dos maricas están enfrente comiéndose la misma hamburguesa goteante,
cada boca en un extremo, y se manchan y se muerden.
Y tragan patatas fritas. Y se besan. Y se tocan. Y se despedazan.

En Londres, en París, en Buenos Aires,
en Moscú, en Tokio,
en Ciudad del Cabo, en Tucson, en Praga,
en Pekín, en Gijón,
somos millones, la tarde harapienta,
el dolor en el cerebro, la comida,
millones en miles de subterráneos esparcidos
por la gran tierra de los hombres.

Estoy en paz aquí con todo: barata la carne, barata la vida, baratas las patatas.
Me siento Lenin. Soy Lenin, el marica inusitado,
el gran hereje, el loco supremo,
el hijo de la última mano miserable que tocó
el monstruoso corazón del cielo.
Si Lenin volviera, MacDonald´s sería el sitio,
el palacio sin luna,
el gueto de las reuniones clandestinas.

Algo importante está sucediendo
en este subterráneo del MacDonald´s
de la Plaza de España de Zaragoza, pero no sé qué es. No lo sé.
De un momento a otro, vamos a arañar la felicidad:
el niño negro, los novios, el muñeco, la nata del suelo, mis botas.
Botas nuevas, de piel brillante, con la punta afilada en señal de muerte.
En MacDonald´s, allí, allí estamos.
Carne abundante por tres euros.

Manuel Vilas (Barbastro, España, 1962), Amor. Poesía reunida 1988-2010, editorial Visor, Madrid, 2010
Vía Ñ

Manuel Vilas - Visor - Un día es un día - Aire nuestroCírculo de Poesía - Librújula - El País - Cuadernos Hispanoamericanos - El Diario

Foto: El País

sábado, febrero 08, 2020

Judith Filc / De "Lagos"














Inventar la
memoria
porque
vaga

solo
marcas

*

Una voz
en muchas
voces

canta

*

En la ventana
iluminada

dos
triángulos
de
polvo

* 

Ramas
como
telarañas y
atrás

azul

Judith Filc (Buenos Aires, 1962)

Lagos,
Barnacle,
Buenos Aires, 2020









Barnacle - Otra Iglesia Es Imposible - Buenos Aires Poetry - El Poeta Ocasional - Poetas Argentinos - El Infinito Viajar - Vallejo & Co. - El Teclado Excéntrico

Foto: Barnacle

viernes, febrero 07, 2020

Margaret Atwood / La mujer hace las paces con su corazón defectuoso












No era tu ritmo contrahecho
lo que no te podía perdonar, ni esa cabeza roja
de buitre despellejado

sino todo lo que ocultaste:
cinco palabras y el anillo de oro
que perdí, y la taza azul tan linda
que dijiste que se había roto,
esa pila de caras, grises
y dobladas, que asegurabas
que los dos habíamos olvidado,
los otros corazones que te comiste,
y todo ese tiempo tirado que me ocultaste
diciendo que nunca pasó.

Eso, y que no te dejaras
atrapar,
hábil pájaro desplumado, oronda ave rapaz
con esa canción ronca y desinflada,
tus garras y ese ojo ávido
al acecho en lo alto, en el cielo encendido
del atardecer, bajo la tela de mi pecho izquierdo
para saltarle encima a los extraños.

¿Cuántas veces te lo dije?
El mundo civilizado es un zoológico,
no una jungla, quedate en tu jaula.
Y después los gritos
de sangre, la furia al arrojarte
contra mis costillas.

Por mi parte, contenta te habría
estrangulado con ambas manos,
te habría estrujado hasta cerrarte, con
tus aullidos de alegría y todo.
La vida es más tranquila sin corazón,
sin ese emblema haragán,
ese león pulguiento, urraca, águila
caníbal, escorpión lleno de trucos metálicos
de odio, esa magia vulgar,
ese órgano del tamaño y color
de una rata escaldada,
ese fénix chamuscado.

Pero me empujaste hasta acá,
viejo bobo, y estamos atados
el uno al otro como conspiradores, que es
lo que somos, e igual de desconfiados.
Los dos sabemos que, salvo imprevistos,
a la larga uno
traicionará al otro; cuando eso pase,
a mí me toca la urna, a vos un frasco.
Hasta entonces, esta es una frágil tregua
de honor entre criminales.

Margaret Atwood (Ottawa, Canadá, 1939), Two-Headed Poems, Houghton Mifflin Harcourt, Boston, 1978
Versión de Mariángel Mauri

Margaret Atwood - Otra Iglesia Es Imposible -La Nación - El Placard - Círculo de Poesía - Aires de Libertad - Nalgas y Libros - Idiomas Olvidados

Foto: Jean Malek/The Times


The Woman Makes Peace With Her Faulty Heart

It wasn’t your crippled rhythm
I could not forgive, or your dark red
skinless head of a vulture
ur dark red
skinless head of a vulture

but the things you hid:
five words and my lost
gold ring, and the fine blue cup
you said was broken,
that stack of faces, gray
and folded, you claimed
we’d both forgotten,
the other hearts you ate,
and all that discarded time you hid
from me, saying it never happened.

There was that, and the way
you would not be captured,
sly featherless bird, fat raptor
singing your raucous punctured song
with your talons and your greedy eye
lurking high in the molten sunset
sky behind my left cloth breast
to pounce on strangers.

How many times have I told you:
the civilized world is a zoo,
not a jungle, stay in your cage.
And then the shouts
of blood, the rage as you threw yourself
against my ribs.

As for me, I would have strangled you
gladly with both hands,
squeezed you closed, also
your yelps of joy.
Life goes more smoothly without a heart,
without that shiftless emblem,
that flyblown lion, magpie, cannibal
eagle, scorpion with its metallic tricks
of hate, that vulgar magic,
that organ the size and color
of a scalded rat,
that singed phoenix.

But you’ve shoved me this far,
old pump, and we’re hooked
together like conspirators, which
we are, and just as distrustful.
We know that, barring accidents,
one of us will finally
betray the other; when that happens,
it’s me for the urn, you for the jar.
Until then, it’s an uneasy truce,
and honor between criminals.

Clod & Pebble
https://clodandpebble.wordpress.com/2012/07/29/the-woman-makes-peace-with-her-faulty-heart-by-margaret-atwood/

jueves, febrero 06, 2020

Arvis Viguls / Rostro














No encuentra paz ni dormido:
toda la noche las raíces de la cara
trabajan duramente bajo la piel
cultivando arrugas.

A veces se tensa
como si estuviera levantando pesas
o intentando mover los muebles
con el poder del pensamiento.

Raro es que en sueños sonría,
confiado e inocente como un niño,
volviéndose irreconocible:
ése es mi verdadero rostro.

Arvis Viguls (Jēkabpils, Letonia, 1987), La caligrafía de la aguja, Valparaíso Ediciones, Granada, España, 2017
Traducción de Lawrence Schimel
Envío de Jonio González

Valparaíso EdicionesLatvian Literature - Literature Across Frontiers - Literature LV - LA LV - CCCB - La Colmena

Foto: CCCB

miércoles, febrero 05, 2020

Campbell McGrath / Primavera tardía



                             








                                      El reino de la percepción es vacío puro
                                                                                Po Chü-i

1

He fallado en el deber de mi oficio.
Es un pequeño sacrilegio, una herejía menor.

La esencia del deber es esmerada atención
a la hiedra y a sus trazos sobre el rojo ladrillo,

a la acera agrietada, al optimista helecho,
las lilas tumbadas, pardas como granos de café,

las semillitas aladas que caen por millares de los arces,
revoloteando en el viento de Mayo,

y a las hojas mismas,
su verdor acreciendo en soleada madurez.
¿Para quién esta ofrenda,
y de quien obtenidas

estas cosas que caen,
ansiosos sus cuerpos sobre el pavimento?

Hay un nombre para ellas,
un nombre propio, ¿pero cuál es?


2

Todo el día me ordenaron
admirar la belleza de esta solitaria peonía
pero apenas ahora, bajo tardes estrellas
estrujo sus pétalos sobre mi cara.

Seda elemental disminuida a cenizas,
ruborizada ante el pincel del alba,

su aroma es un zarcillo
que conecta mi mente con la lluvia,

una raíz, un resinar, una estaca
buscando, lacrimosa, ramas

de los árboles en la primera luz
colmada de flores que parecen flotar

como candelas blancas en tiznadas farolas.
Esa es la descripción del deber,

¿pero quién es su agente,
el mundo o los sentidos?

Ahora la multitud de idiomas de los pájaros
rehúsa conciliarse

y nubes emergen como hormigas de la oscuridad
hacia la inevitable floración del día.

Campbell McGrath (Chicago, Estados Unidos, 1962), Círculo de Poesía, México, 3 de diciembre de 2014; Poetry, Estados Unidos, abril de 2004
Traducción de Francisco Larios


Foto: Campbell McGrath, 2010 Tom Tian/The Core/The University of Chicago


Late Spring 

                      The kingdom of perception is pure emptiness
                                                                          Po Chü-i

1

I have faltered in my appointed duty.
It is a small sacrilege, a minor heresy.

The nature of the duty is close attention
to the ivy and its tracery on riled brick,

the buckled sidewalk, the optimistic fern,
downed lilacs brown as coffee grounds,

little twirled seedwings falling by the thousands
from the maples in May wind,

and the leaves themselves
daily greener in ripening sunlight.

To whom is their offering rendered,
and from whom derived,

these fallen things
urging their bodies upon the pavement?

There is a true name for them,
a proper term, but what is it?


2

All day I was admonished
to admire the beauty of this single peony

but only now, in late starlight,
do I crush its petals to my face.

Elemental silk dimmed to ash,
reddening already to the brushstroke of dawn,

its fragrance is a tendril
connecting my mind to the rain,

a root, a tap, a tether.
Casting about, lachrymose, branches

of the trees at first light
flush with upthrust flowers

like white candles in blackened sconces.
Such is the form of the duty,

but which is its officer,
the world or the senses?

The many languages of birds now,
refusing to reconcile,

and clouds streaming out of the darkness
like ants to the day’s bound blossom.