domingo, septiembre 14, 2008

Patrick Galvin / The Lord pardon the people of this town


Mensaje para el editor

Señor -

Que Dios perdone a la gente de este pueblo
porque yo no puedo.
Cuando me caí muerto en la calle
hace tres semanas
pensé que me enterrarían con pompa.
Un ceremonia oficial era lo menos
con los Jefes de Gobierno y la Nobleza en el séquito.
Incluso esperaba ansioso la oración fúnebre en irlandés
con algunas palabras sobre mis logros pasados:
Nuestro mayor poeta, un sitio en el cielo para el hombre
y cuánto más hubiera merecido.
¿Pero lo tuve acaso?
Mi cuerpo estuvo tirado en Baggot Street
una quincena
antes de que alguien lo notara.
Y cuando finalmente fue llevado
a la morgue
fui profanado por un estudiante de medicina
incapaz de abrir un paquete de papas fritas
mucho menos el cuerpo de vuestro mayor poeta.

Después, para añadir indignidad
fui metido en un nicho refrigerado
y algún tarado pegó una etiqueta en mi pie
que decía: bardo desconocido - probablemente extranjero.
Si no hubiera sido
por un borracho de Cork
que pensó que yo era su hermano muerto
todavía estaría allí sin reclamar.
Al menos
el hombre tuvo la decencia de enterrarme.
¿Pero dónde estoy?
En algún cementerio común en un cajón
rodeado de campesinos
y gente sin ningún antecedente.
Cuando pienso en los poemas que escribí
y en las grandes profecías que hice
me dan ganas de ahogarme.
No puedo escribir ahora
porque el ataúd es demasiado estrecho
y no hay luz.
Estoy tratando de mandar esto a través de un medium
pero ya sabe cómo son –
bastardos que golpean la mesa
apestando a ectoplasma.
Si se las arregla para recibir esto
me alegraría que lo publique.
No tiene caso pedirle que
me mande un ejemplar –
ni siquiera conozco mi dirección.

Patrick Galvin (Cork, 1927), Poesía irlandesa contemporánea, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1999
Traducción de Jorge Fondebrider


Message to the Editor
Sir -/ The Lord pardon the people of this town/ Because I can't./ When I dropped dead in the street/ Three weeks ago/ I thought they'd bury me in style./ A state funeral was the least of it/ With heads of Government and the Nobility/ In attendance./ I even looked forward to the funeral oration/ In Irish/ With a few words on my past achievements:/ Our greatest poet, a seat in heaven to the man/ And how I deserved better.// But did I get it?/ My corpse lay in Baggot Street/ For a fortnight/ Before anyone noticed it./ And when I was finally removed/ To the mortuary/ I was abused by a medical student/ Who couldn't open a bag of chips/ Let alone the body of your greatest poet./ Then, to add to the indignity/ I was pushed into an ice-box/ And some clod stuck a label on my foot/ Saying: unknown bard - proablby foreing. / / If it wasri t/ For a drunken Corkman/ Who thought I was his dead brother/ I'd still be lying there unclaimed./ At least/ The man had the decency to bury me. / But where am I?/ Boxed in some common graveyard/ Surrounded by peasants/ And people of no background./ When I think of the poems I wrote/ And the great prophecies I made/ I could choke.// I can't write now/ Because the coffin is too narrow/ And there's no light./ I'm trying to send this/ Through a medium/ But you know what they're like -/ Table-tapping bastards/ Reeking of ectoplasm./ If you manage to receive this/ I'd be glad if you'd print it./ There's no point in asking you/ To send me a copy - / I doe t even know my address.

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