jueves, diciembre 02, 2010
Salvador Espriu / Poemas
Pontos
Al fondo de los ojos tranquilos del mar
he visto el sueño
caído, roto, del templo
de un dios antiguo.
¡Ay, mármol frío del tiempo, mi vida
que pierdo contra el hielo de las palabras!
Sobre la roca desnuda de la muerte,
ya sólo puedo alzar la alta columna
de este dolor, un áspero, solitario
grito sin canto,
sin recuerdo del canto mientras las negras alas
de la ventisca se llevan la luz del día
por las prisiones del cielo y me reflejan,
invitándome a partir, más allá de un serenísimo
y profundo camino, los ojos tranquilos del mar.
El curso de la vida
Más allá del camino, me he dicho
palabras de un viejo dolor,
lejos de la claridad,
para siempre, mi noche.
A los labios no regresa el grito
en lento cántico, porque en ninguna parte
huiría al toque,
corazón adentro, del tiempo perdido.
Y se vuelve, sueño roto,
poca ceniza de mucho fuego.
Ruego de Navidad
Mira cómo vengo por la noche
de mi pueblo, del mundo, sin cantos
ni sueños ya, bien vacías las manos:
sólo te traigo mi gran grito.
Niño que duermes, ¿no lo has oído?
Despierta conmigo, guíame el miedo
de caminante, este dolor
de unos ojos de ciego dentro de la noche.
El funámbulo
Peregrino en la cuerda
del arco sobre el abismo,
he traído vasos de agua,
sin derramarlos, desde
el angustioso origen
de los ojos hasta donde acaba
todo deseo de paisaje.
Yo, el bufón tenía
mucho miedo de sentirme
elevado, tan próximo
a la nieve, a las alas
del gavilán. Confieso,
adictos muertos del público,
que no fue nada fácil
conservar el equilibrio.
Pero, cuando rendía cuentas
del trabajo, aplaudisteis.
Pues no faltó una gota
a la sed de los demonios.
Bajo la lluvia
Bajo la lluvia,
árboles, camino, silencio,
vidas lejanas.
Sin pesar miro
cómo se borra mi paso.
Salvador Espriu (Santa Coloma de Farners, 1913 - Barcelona, 1985)
Versiones del catalán de Jonio González, para este blog
Foto: Espriu, 1981 Colita/CORBIS
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