lunes, mayo 07, 2012

Ramiro de Casasbellas / Dos poemas




Cámara oscura

gruesas gotas de amor me restituyen su semblante, huye
  por sus pupilas para tomar aliento.

arriesgar un parecer, un doloroso incendio. ella se pone
  de rodillas, me ve temblar, descolocado, inerte.

han llegado unos carros cargados de dolor.


La ronda

salgo a recibir la noche como un insulto
como una sentencia de muerte

ausculto de reojo
el diario en el bolsillo con su cogote negro
y la raya del pantalón
esa frontera masculina

el resto es simplemente hablar en una calle
dragarse el alma con cierta tolerancia
porque galopa la madrugada
y se nos viene encima el día
y la vida de siempre
que manejamos a desgano

Ramiro de Casasbellas (Buenos Aires, 1936-1999), Antología interna (Bayley, Brascó, Casasbellas, César Fernández Moreno, Jitrik, Urondo, Vanasco), Ediciones Zona de la Poesía Americana, Buenos Aires, 1965

Foto: Ramiro de Casasbellas, Jorge Carrol, Raúl Gustavo Aguirre, Rodolfo Alonso y Nicolás Espiro. Avenida Corrientes, Buenos Aires, 1952 ó1953 I poeti nomadi

10 comentarios:

  1. Muy bien, Jorge, conocía el segundo poema de Papá pero no el primero. Ah, nació en 1936 no en 1934.

    L.C.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias, Lucía, por tu comentario. Cariños

      Borrar
    2. Inesperado poeta de la memoria, Casasbellas. Recuerdo el entusiasmo con que contribuyó al derrocamiento de Illia, sus patrióticas arengas periodísticas en apoyo a Videla. No alcanzó las cotas de La Rochelle, Hamsun o Céline, pero era buen poeta. Nunca está de más recordar.
      Jonio González

      Borrar
    3. Jonio, las "arengas" no me constan. En todo caso, me parece inoportuno citarlas aquí

      Borrar
    4. No, Jorge, no creo que sea inoportuno. Las arengas existieron, en el diario La Opinión, por ejemplo, cuatro meses antes de que secuestraran a Timmerman. No quiero entrar en polémica, pero los hechos son los hechos, y la condición de poeta no puede servir para eludir nuestra responsabilidad ante nuestros actos, entendiendo estos como aquellos que afectan a las vidas de los otros.

      Borrar
  2. No mencioné la condición de poeta. Pero no hago aquí política de prontuario.

    ResponderBorrar
  3. Yo tampoco hago política de prontuario; sólo recuerdo, y que cada uno se haga cargo de su pasado. En cualquier caso, insisto en que no era mi intención crear polémica, entre otras cosas porque no me parece objeto de polémica. Seguramente tenés razón en que éste no es el foro, y pido disculpas si he ofendido o herido a alguien. Sencillamente es un tema que me supera, o que no quiero olvidar.

    ResponderBorrar
  4. Señor Jonio González, cuánta falsedad entrañan sus palabras. Mi padre jamás apoyó a Videla ni a ningún gobierno militar. Era un hombre probo, íntegro.
    En cuanto al derrocamiento de Illia, fue el único que hizo, inmediatamente, un Mea Culpa sentido y arrepentido.
    No le voy a permitir que manche su nombre y su memoria con mezquindades mentirosas y llenas de resentimiento.
    Como poeta fue inmenso si entendemos la poesía como el reflejo del alma y el cantar del espíritu. Dudo de que usted sea un crítico de poesía o, siquiera, un buen lector de ella, así que mejor calle porque no está en condiciones morales de hablar.

    ResponderBorrar
  5. Lucia, respeto la memoria de su padre, y sé qué era un hombre políticamente honesto, como todos nosotros producto de la sociedad en que nacimos, en gran parte. Pero debo decirle que Jonio sí es, a mí ver, crítico de poesía, muy buen lector y uno de los mejores poetas de este momento. De manera que le ruego no se obnubile por la defensa de Ramiro y caiga en el desprecio. Creo que Jonio no tiene razón en su juicio y lo dije más arriba; agrego que su sarcasmo sobre Casasbellas no se disminuye con sus declaración de "no era mi intención crear polémica". Cerremos esta discusión, ya no tiene sentido y creo que este blog lo muestra, hacer ajustes de cuentas sobre las posiciones políticas que asumen o asumieron los autores. En todo caso corresponde discutir sus ideas. No somos, ninguno de nosotros, el ángel de la moral. Cordialmente, Jorge Aulcino

    ResponderBorrar
  6. De acuerdo, Jorge, y le pido disculpas por mi vehemencia producto no sólo de mi inmenso e infinito amor por mi padre sino también por honor a la verdad. A nadie le gusta que se mienta sobre uno o sobre un ser querido. Abrazo.

    ResponderBorrar