viernes, mayo 25, 2012

Robinson Jeffers / Morro Bay



Morro Bay

Hermosos años fueron cuando ella estaba conmigo y visitábamos
cada roca y cala de la costa.
Ella daba vida desde sus ojos. Ahora, la bahía es de un café estancado
con algas pudriéndose, y botes pesqueros encallados
hieden al sol; pero aún la gran piedra cuelga como la nube de una tormenta
sobre la rancia niebla y la mar en calma.
Dicen que pululan las serpientes de cascabel -correcto-, son los rayos guardados
en la nube de piedra. Guardadla bien, víboras.
Aquella normanda cabeza de piedra de Mont St. Michel puede haber sido tan bella como ésta
alguna vez, hace mucho, antes de que construyeran en ella.

Robinson Jeffers (Pittsburgh, 1887- Carmel, 1962), "Hungerfield", 1948-1953, Antología, versiones de Alberto López Fernández y Pablo Soler Frost, Libros del Umbral, Tlalpan, México, Distrito Federal, 1999

Morro Bay

Beautiful years when she was by me and we visited
Every rock and creek of the coast–
She gave life from her eyes. Now the bay is brown-stagnant
With rotting weed, and the stranded fish-boats
Reek in the sun; but still the great rock hangs like a thuindercloud
Over the stale mist and still sea.
They say that it swarms with rattlenakes–right–the stored lightnings
In the stone cloud. Guard it well, vipers.
That Norman rockhead Mont St. Michel may have been as beautiful as this one
Once, long ago, before it was built on.
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Ilustración: Tang of the Sea, 1913, George Bellows

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