jueves, junio 20, 2013

Poemas elegidos, 37


Miguel Gaya
(Ayacucho, 1953)

Una breve historia del pensamiento judaico en el siglo veinte, de Linda Pastan
Elijo este poema, de una poeta de la que conozco sólo este, de una tradición que desconozco y escrito en una lengua que ignoro. No me preocupa saber más de ella, ni de su producción, su entorno o historia. Me basta haberme topado con el poema, y que me haya iluminado esta tarde, casi por gracia del azar.
No sé decir cuál poema me ha transformado, o conmocionado, o hablado como si sólo a mí me hablara, o como si hablara por todos y para la eternidad. Pero elijo cualquiera, sin elegir uno en reemplazo de otro, sin adelantar uno sobre el resto, y sin recordar tampoco uno por sobre los otros. Posiblemente los olvide a todos, y si no los olvido, ¿cuál es la diferencia, cuánto vale mi memoria?
Hay poetas y poemas que me han marcado, enseñado, o señalado algo a lo largo de mi vida. Y hay muchos de ellos a los que he podido volver, sin entender ni  sentir aquello que provocaron, o que iluminan con una nueva lectura algo que me pasó desapercibido, y que hoy le otorgan un espesor y belleza inusitados. ¿Por qué recordarlos de una solo forma entonces?
Ya no retengo nombres, ni obras, ni literaturas. No quiero más que aquello que recibo. Navego sin rumbo pero de buen talante en el país de la poesía,  porque es allí donde quiero estar. Y soy agradecido por el don que me prodigan los poetas.
Ellos me han acostumbrado a la belleza, y en verdad espero me preparen también para el olvido.


Una breve historia del pensamiento judaico en el siglo veinte

Los rabinos escribieron:
aun cuando está prohibido
tocar a una persona moribunda,
sin embargo, si la casa
se incendia
debe ser sacado
de la casa.

¡Bárbaro!
digo,
¿y a quién podría tocar yo entonces,
no somos todos
moribundos?

Sonríes
con tu vieja sonrisa negociadora
y preguntas:
pero ¿no están todas nuestras casas
quemándose?

Linda Pastan (Nueva York, 1932)
Versión de Jonio González

Foto: Miguel Gaya en Rosa Molesta

2 comentarios:

  1. Alicia Silva Rey20 junio, 2013 09:33

    Ah, Dios! exclamo cuando algo me deja sin aliento -me restituye al aliento primigenio al que se retorna, se adviene, leyendo un poema como el de Linda Pastan-. Y el texto de Gaya y la traducción de Jonio, ah, Dios!
    Abrazos, gracias.

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  2. Así, por el medio, en la gracia del azar... Gracias Miguel Gaya y su encuentro con un poema...: "Ya no retengo nombres, ni obras, ni literaturas. No quiero más que aquello que recibo. Navego sin rumbo pero de buen talante en el país de la poesía, porque es allí donde quiero estar. Y soy agradecido por el don que me prodigan los poetas."

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