martes, septiembre 29, 2009

Carlos Drummond de Andrade / Dos poemas

















Pandilla

Joâo amaba a Teresa que amaba a Raimundo
que amaba a María que amaba a Joaquim que amaba a Lili
que no amaba a nadie.
Joâo se fue a Estados Unidos, Teresa al convento,
Raimundo murió en un accidente, Maria se quedó soltera,
Joaquim se suicidó y Lili se casó con J. Pinto Fernandes
que no tenía nada que ver con esta historia.

(Versión de Carlos Vitale)


Tus hombros soportan el mundo

Llega un tiempo en que no se dice más: mi Dios.
Tiempo de absoluta depuración.
Tiempo en que no se dice más: mi amor.
Porque el amor resultó inutil.
Y los ojos no lloran.
Y las manos tejen apenas el rudo trabajo.
Y el corazón está seco.

En vano mujeres golpean la puerta, no abrirás.
Quedaste solo, la luz se apagó,
pero en la sombra tus ojos resplandecen enormes.
Eres todo certeza, ya no sabes sufrir.
Y nada esperas de tus amigos.

Poco importa la vejez, ¿qué es la vejez?
Tus hombros soportan el mundo
y no pesa más que la mano de un niño.
La guerra, las hambres, las discusiones dentro de los edificios
prueban apenas que la vida prosigue
y no todos se liberaron aún.
Algunos, hallando bárbaro el espectáculo,
preferirían (los delicados) morir.
Llegó un tiempo en que nada se gana con morir.
Llegó un tiempo en que la vida es una orden.
La vida apenas, sin mistificación.

(Versión de J. Aulicino)

Carlos Drummond de Andrade (Itabira, 1902-Río de Janeiro, 1987), Sentimento do mundo, Irmãos Pongetti, Rio de Janeiro, 1940; Nova reunião, José Olympio Editora, Rio de Janeiro, 1985


Quadrilha
João amava Teresa que amava Raimundo/ que amava Maria que amava Joaquim que amava Lili/ que não amava ninguém. /João foi para os Estados Unidos, Teresa para o convento,/ Raimundo morreu de desastre, Maria ficou para tia./ Joaquim se suicidou e Lili casou com J. Pinto Fernandes/ que não tinha entrado na história.


Os ombros suportam o mundo
Chega um tempo em que não se diz mais: meu Deus./ Tempo de absoluta depuração./ Tempo em que não se diz mais: meu amor./ Porque o amor resultou inútil./ E os olhos não choram./ E as mãos tecem apenas o rude trabalho./ E o coração está seco.// Em vão mulheres batem à porta, não abrirás./ Ficaste sozinho, a luz apagou-se,/ mas na sombra teus olhos resplandecem enormes./ És todo certeza, já não sabes sofrer./ E nada esperas de teus amigos.// Pouco importa venha a velhice, que é a velhice?/ Teu ombros suportam o mundo/ e ele não pesa mais que a mão de uma criança./ As guerras, as fomes, as discussões dentro dos edifícios/ provam apenas que a vida prossegue/ e nem todos se libertaram ainda./ Alguns, achando bárbaro o espetáculo,/ prefeririam (os delicados) morrer./ Chegou um tempo em que não adianta morrer./ Chegou um tempo em que a vida é uma ordem./ A vida apenas, sem mistificação.


Foto: Drummond de Andrade Agencia Riff/WebRadio

Otros poemas de Drummond de Andrade en este blog:
Pasaje del año
También ya fui brasileño
En medio del camino

3 comentarios:

  1. Ah, qué buenas entradas las de hoy. Sin mistificación. Gracias, Irene

    ResponderBorrar
  2. Buenas, estuve leyendo muchos poemas de este blog. Genial aporte.
    Solo quería señalar que en esta entrada en el Tus hombros soportan el mundo, el anteultimo verso debería ser "Llegó un tiempo en que la vida es un orden." Así está señalado en el fasciculo dedicado a Drummond de Andrade de la Colección Material de lectura de la UNSAM (http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/carlos-drommund-de-andrade-45.pdf)

    Gracias por acercar tanta poesía,
    Kevin

    ResponderBorrar
  3. Es verdad, había un error tipográfico que acabo de corregir. Muchas gracias por la observación y por tu comentario sobre el blog.

    ResponderBorrar