El sueño de Orson Welles
Andando por los muelles, ¡sombra!
de la resaca cautiva que golpea
contra el murallón,
o bien las grandes ollas hirvientes
adonde van a morir los camarones
y algunas tardes humanas
con sus tricotas de sal,
se llega más allá,
a la elegancia sin piedad,
donde los yates despliegan
sus toldillos luminosos
bajo la noble noche
que a todos acaricia.
¿Quién eres? dice la perra babosa
de collar de strass,
¿cómo te atreves? Este es mi barco.
Bajo el toldillo las mujeres beben
sus copas de Seurat,
los caballeros deslizan las baquetas
por los caños
de sus pistolas de duelo;
la más antigua es la más fina y canta:
yo
soy damasquinada y he matado
a Dios
en Normandía.
Andando por los muelles, sombra,
por las banquinas grasientas
del disidente mar,
el caminante ha visto el mundo en una esfera de cristal
en cuyo centro cae la nieve eternamente.
2000
Dinard
Desde la cuesta empinada del Monte Saint-Michel, se divisa Saint-Malo, puerto de pesca y granito, cosa soñada también en la esmeralda de la costa, en la que hacía mucho frío para el agua de Bretaña.
Mi joven cuerpo era delgado como el aire que respiraban los monjes, allí tendido en una arena helada que había pintado Picasso con coloridas esferas y locos bañadores, ondeaba mi alma en un cielo de repollos, ondeaba sobre mi bandera.
El hotelito de Dinard y la abadía gregoriana, un desyuno en la veranda con Langlois, los mejillones de la noche, vino blanco, la siesta, y la estampida del mar, ya todo flota en la caleta del recuerdo, el piano de la infancia, un viejo San Bernardo, la colosal motocicleta, un hijo muerto, mi sombrero.
2005-2007
Reliquia
Es la primera vez
que me sucede
y espero que
sea
la última.
Iba caminando
por la calle
y una mujer
le dijo a su marido:
Ese es Julio Llinás.
¿Quién?
Preguntó el marido.
Julio Llinás, el poeta
surrealista.
Es el último que queda,
una especie de reliquia:
Lo leí en una revista.
2005-2007
Julio Llinás (Buenos Aires, 1929-2018), De las aves que vuelan. Antología personal, Editorial Argonauta, Buenos Aires, 2008
Noticia: Llinás ha sido fundador de la revista surrealista Boa. En los años cincuenta vivió en París, ciudad a la que había viajado solo para conocer a André Bretón. También conoció a Salvador Dalí. Fue munido de una nariz artificial. Dalí le dijo al cabo de la entrevista: "Todo lo que has dicho son pavadas, pero tu nariz es poética". Se dedicó a la publicidad e hizo fortuna. Escribió novelas. Sobre una de ellas, De eso no se habla, se hizo una película. Cuando volvió a publicar poemas, el poeta y traductor Rodolfo Alonso celebró el hecho como una resurrección. No integra el canon de la literatura argentina. Escribió como pórtico de su antología personal: "De las aves que vuelan / las más notorias /son aquellas que vuelan / en la memoria".
Foto: Julio Llinás
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