jueves, abril 16, 2009

Jacqueline Goldberg / Poética


Poética

La nieve que sortearon mis ancestros
es reliquia desdichada que no me estremece.

No hay paisaje entreabierto ni nostalgia
que cumplan la tiniebla
de alegar un sitio en mi vestimenta,
mi desorden, mi fetidez.

Nada de cumbres, penínsulas,
pantanos, arenales traicioneros.
Ni siquiera un pájaro en el estupor abisal.

No hay espina ni montículo que acorralen.

Me relato –si es que punta y vértigo son verdad–
en el glosario escarpado de una distancia.

El paisaje
–esa maldición inmaterial
que llaman paisaje–
es ausencia que zanja venas en las manos,
que cuece el torso con dulzonas corazas.

Y la nieve, que debería remolcarme al ensueño,
me acusa desde su claridad insuficiente,
como si fuese obligante palidecer,
admirar todo viscoso horizonte,
ser la duración, la represalia.

Jacqueline Goldberg (Maracaibo, 1966), Verbos predadores, Ediciones Equinoccio de la Universidad Simón Bolívar y Editorial Boker, 2007
Jacqueline Goldberg Poesía

Foto: Goldberg, Fernando Bracho Trama.org

19 comentarios:

  1. Este poema no me gustó mucho. Me da la sensación de estar caminando en la nieve, sí, pero con un tapado de 20 kilos encima.
    Saludos!

    ResponderBorrar
  2. No estoy de acuerdo con Carol. Creo que se trata de un buen poema. Acaso la sensación de caminar por la nieve con un tapado de 20 kilos le venga por haber leído el poema en la altura de La Paz, donde, todos sabemos, la pelota no dobla. Pero me inclino a pensar que tal vez se trate más bien de una cuestión de gustos. Y los gustos, también todos sabemos, pueden ser caprichosos cuando no media una explicación algo menos impresionista, ¿no? Entonces, salvo que se tratara de un chiste –como decir que en La Paz la pelota no dobla–, quedamos todos atentos a la espera de la explicación de Carol.

    ResponderBorrar
  3. ¿Hay que explicar una preferencia o un displacer al leer? No lo creo! Además, trato de no salirme de la 1º pers. al dar un comentario estilo "me gusta/no me gusta" (y a veces no me sale, pero no es éste el caso). No dije que fuera malo el poema! Dije que no me gustaba mucho. Y el gusto no es acaso un poco es caprichoso per se?(y te digo que me hiciste buscar la definición de "capricho" en la Rae, lo que arrojó que es la "Determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original", por lo cual, mmm, la segunda parte de la definición no cuadra al gusto,pero lo de arbitrario y lo del humor va bien, no?).
    Otra cosa muy distinta sería largar un: "este poema es malo", como lo he hecho más de una vez. Eso sí requiere una explicación puertas afuera.
    De todas maneras, siempre es bueno buscar explicaciones, más que nada si son para uno mismo y si la profesión y ocupación de uno tiene vinculación con el objeto sobre el que se opina(como es mi caso). Por eso, reeleré el poema bien, tratando de encontrar la explicación.
    Y muy al caso citaste La Paz, estaba entre la metáfora de la nieve y la de subir estas calles que me dejan sin aire para definir lo que sentí.
    Gracias por permitirme hablar sobre Poesía. Estaría bueno que me relacionara con algunos poetas paceños, no?.
    saludos
    Carol

    ResponderBorrar
  4. Por las dudas, vuelvo a aclarar: el Jorge que comenta más arriba, no soy yo, en realidad, debería poner su pellido o limitarse a escribir como anónimo.

    ResponderBorrar
  5. Ah.... entonces es como en "Instrucciones para subir una escalera": no confundir "el pie" con "el pie".

    ResponderBorrar
  6. Fondebrider es el que introduce la cuestión "bueno/malo", Carol, vos sólo estabas diciendo que no te había gustado; sin embargo, la relación se establece inevitablemente. A mi tampoco me gusta este poema y uno tiende a pensar que lo que le gusta es bueno y lo que no le gusta es malo. En todo caso, uno explica por qué no le gustó, si es que puede o se da cuenta del motivo. Igual, lo tuyo Carol es muy loable, porque no solemos escribir comentarios para decir que algo NO nos gustó, sino que usamos la "diplomacia" del silencio.

    ResponderBorrar
  7. Entiendo que cuando se trata de Jorge Aulicino aparece el nombre y el apellido. Yo soy Jorge Fondebrider y no aparece mi apellido porque no sé cómo se hace para ponerlo automáticamente en la máquina. Me disculpo por mi rusticidad y concluyo que, aclarado esto, seguiré siendo Jorge y le contesto a Carol.

    Para mí, se trata de una cuestión de responsabilidad. Acaso sea tomarse demasiado en serio el medio –algo que he notado, no siempre sucede en otros blogs– pero no veo razón para no hacerlo. Me refiero concretamente que, tratándose de un medio expuesto al público, uno no debería limitarse a decir alegremente "esto me gusta; esto no", sino, en todo caso, justificar las opiniones. Estamos acá precisamente para leer poesía, charlar sobre ella y, llegado el caso, discutirla. Y me parece que la responsabilidad tiene que ver con que otras personas –muchas veces, incluidos los mismos poetas– van a leer lo que aquí se diga. Por otra parte, no todo el mundo tiene las cosas tan en claro como para decir lo que le gusta y lo que no, y al manifestar una opinión sin fundamento se puede teñir la lectura ajena, lo cual, me parece, no es del todo justo.
    Con esto no quiero decir que uno no pueda ser arbitrario, ni tomarse las cosas en solfa ni mucho menos. Se puede hacer eso y mucho más, pero sabiendo que va a haber otros que van a leer y otros más que, llegado el caso, nos podrán llegar a contestar.

    Y aprovechando la confusión entre Jorges, me parece un buen gesto de tu parte, Carol, que releas el poema para tratar de encontrar la explicación de tu disgusto, que todos leeremos con interés y respeto.

    Cordialmente

    Uno de los dos pies

    ResponderBorrar
  8. Fondebrider: para que te identifiquen, basta poner al pie del comentario "Jorge Fondebrider"

    ResponderBorrar
  9. estoy de acuerdo con que un mismo nombre sin apellido puede resultar confuso, aunque de una lectura pausada y atenta, las diferencias de discurso resultarían evidentes. posiblemente, todo dependa de la frecuencia con que se lea y carol dice que ha estado alejada durante algún tiempo. como sugiere el editor, firmar con nombre y apellido allanaría el camino. a esto podrían adherirse todos los comentaristas, carol incluída.
    sin embargo, no estoy de acuerdo con que los conceptos malo/bueno, hayan sido introducidos por jf. un 'tapado de 20 kilos' no solo denota, sino connota algo más que un 'no me gusta', digamos que, agrega información suficiente para que, en este caso, también yo haya pensado en que a carol, el poema le parece 'malo' siguiendo estas palabras.
    tampoco me parece que el silencio sea un acto de diplomacia para decir 'no me gustó'. el silencio es mucho más que eso. leo este blog todos los días. no dejo comentarios en todos los posts y esto no significa que lo que leo no me gusta. muchas veces, algunas cosas me gustan tanto que me quedo sin palabras para expresar lo que me pasa por la cabeza.
    el silencio habla de manera multiforme, limitarlo a la disconformidad o el displacer sería acotarlo en demasía.

    ResponderBorrar
  10. También es cierto lo que decís Sibila. No siempre el silencio denota disconformidad, y estoy de acuerdo con el motivo que mencionás. Otra causa sería que por más que a uno le guste no siempre tiene cosas que supone más o menos interesantes para decir y habrá otras muchas posibilidades. Me refería al caso puntual de Carol. A mí, por ejemplo,dentro del orden sintáctico en el que aparecen, me suenan artificiosas o rebuscadas palabras como "fetidez", "estremece", para no hablar de los epítetos, en construcciones como "reliquia desdichada", "estupor abisal", "glosario escarpado", "maldición inmaterial", "obligante palidecer", "ausencia que zanja venas" o "cuece el torso con dulzonas corazas". Este último verso de clara filiación modernista.

    ResponderBorrar
  11. el caso puntual de carol no me interesa, particularmente.

    ResponderBorrar
  12. Bueno, acá voy conmi explicación.
    Lo del tapado, más que expresar que me parece malo, intenta expresar la sensación de lectura. Esto es “pesadez”, poco impacto expresivo, ganas de abandonar el poema. Analizando el poema con el detalle que me permiten mis tiempos, puedo ver que esta pesadez se basa para mí en la construccion gramatical: en los 6 primeros versos hay 3 construcciones adjetivas encabezadas por QUE, lo que me parece excesivo. Luego hay dos enumeraciones seguidas (muy cerca y de contenido poco novedoso por la afinidad semantica de lo enumerado cada vez). Por si esto fuera poco, la 4º estrofa reitera los recursos: otros dos elementos más a la enumeración seguido de una nueva const. adjetiva con QUE. Después de eso, hay 3 const. gramaticales más con QUE! Pienso que hay un abuso de esta construccion gramatical, que a mí en lo personal me ha hecho perder el sentido del poema, y lo tira para abajo, lo achata (digamos, no nos da el lenguaje poetico más posiblidades de adjetivación? Yo creo que sí). Sumado eso a las enumeraciones, de las que también hay más, me da como resultado un poema con poca rítmica y con acumulación de elementos, no precisamente felizmente logrado. Otra cosa que no me parece bien, por ej., es haber colocar el “Ni siquiera” antes de haber terminado de enumerar las cosas que no hay (por lógica iría al final, en ese sentido contribuye a crearme un berenjenal en la cabeza). Por su parte el campo semantico abusa de la metafora geografica (nieve, cumbres, penínsulas, pantanos, arenales, montículo, horizonte). A la primera persona del poema, por su parte, le suceden tantas cosas relacionadas a ese “paisaje”, pero en tantas partes distintas, que se pierde la potencia expresiva. Sí, definitivamente, al leerlo en detalle, me gusta menos que antes, lo encuentro más confuso y peor expresado de lo que pensé en un primer momento. Bueno, espero haber cumplido con mi sentido de la responsabilidad socio-poetica. Por lo menos, estoy segura de haber cumplido conmigo misma al poder darme cuenta de las razones de por qué no me ha gustado.
    saludos a todos, aún a Sibila.
    PD: perdon por los problemas con los jorges, quizas puedas firmar JF y ya, no? Ademas, fue una distraccion mia, porque Aulicino está en celestito siempre.
    Ah, soy Contino de apellido, mucho gusto.
    Carol

    ResponderBorrar
  13. encantada de conocerla.
    silvia camerotto

    ResponderBorrar
  14. En primer lugar, Jorge Aulicino siempre está en celeste, lo que cuadra con su naturaleza angélica. A mí, en cambio, me están reservadas las negritas, que son más bien grises...

    Pero más seriamente, muchas gracias, Carol Contino, por el trabajo que te tomase explicando lo que te disgustó. Se desprende de tu explicación la sensación de pesadez que te produjo el poema y de ahí, el acarreo del tapado de veinte kilos que nuestra autora venezolana te obligó a cargar por las calles de La Paz.

    Ahora bien, tus objeciones, en todo caso, no son las de otros. Supongo –y él nos lo podrá decir sin problema– que, cuando el bueno de Auli nos somete un poema, lo hace porque a)le gusta, b) le interesa por lo que podría llegar a producir en los lectores, c)otras razones. Con lo cual, tu mail representaría una segunda opinión respecto de la suya. Y seguramente habrá una tercera, una cuarta y hasta una quinta. Y está bien que así sea porque, más allá de que estemos de acuerdo o no, las opiniones que despierten los poemas que Jorge A. nos plantea pueden llegar a enriquecer la lectura ajena. De hecho, yo no pensé en que las subordinadas que subrayaste como problema fueran un problema, pero vos sí lo viste así y de ahí que tu sensación de pesadez terminara expresada bajo la forma de una metáfora de peletería. ¿Se entiende entonces por qué vale la pena explayarse en las opiniones?
    Insisto: no estamos acá para estar de acuerdo, pero sí para compartir puntos de vista y opiniones encontradas sobre los textos y temas que nos convocan y que, a veces, nos acercan a algún módico tipo de felicidad.

    J.F.

    ResponderBorrar
  15. Agradezco la deferencia que hacen a este blog los que se sumaron a la polémica que abrió Carolina Contino con su "no me gusta". Como de algún modo Jorge Fondebrider me requiere, digo que puse el poema en el blog por a) y por c) En primer lugar, me gusta el final. La continuidad de la estirpe como "represalia". En segundo lugar, (esto es c, otras razones), publico poemas de distinta procedencia estética, aunque es cierto, ninguna demasiado alejada. El poema es técnicamente defectuoso si aceptamos que las subordinadas inciadas en que son un defecto, como plantea Contino. No lo son para Jorge (F). También podría ser un defecto el nivel de abstracción y la extraña o inopinada Fetidez. Pero bien, os advierto, os exhorto, os conjuro,diría el maestro Agustín de Ipona, a ver que estamos girando en torno a la subjetividad, y nunca ella puede reclamarse objetiva. Hay un gusto. Y hay, contra el aserto popular sobre gustos y escrituras, una teoría del gusto, que se basa, como la de la moda, en tormarlo como indicador de algo que la época nos quiere decir. Y lo que cae fuera de ese indicio, es improcedente, anacrónico, fuera de lugar, como un pesado tapado en un día de verano. Con lo cual, para no rebasar la capacidad de la columna de la derecha, os conjuro a escribir breves arts poéticas que incluiré en el blog, para reiniciar la discusión sobre esas bases.

    ResponderBorrar
  16. Se supone que el escritor no se mete en discusiones de este tipo. Se supone que lo hace para defenderse. Pero no es mi caso. He leído con muchísima atención y agradecimiento sus comentarios y, si bien el gusto no es discutible, creo que tienen razón en muchas cosas. Yo misma siento ese poema pesado, excesivo. Lo he limpiado tomando algunas propuestas y confieso que siento haberle quitado un ropaje, quedando lo único que me importa y es la idea de que la nieve nada tiene que ver conmigo. Sé de poetas oriundos de trópicos absolutos que añoran la nieve, mientras yo, que provengo de abuelos de nevadas estepas, carezco de añoranzas. Les copio el poema trabajado, aunque sigo viéndolo, reescribiéndolo:

    POÉTICA

    La nieve que sortearon mis ancestros,
    reliquia desdichada, poco me estremece.

    No hay nostalgia
    que cumpla la tiniebla
    de alegar sitio en mi vestimenta.

    Me relato –si es que punta y vértigo son verdad–
    en el glosario escarpado de una distancia.

    El paisaje
    –esa maldición inmaterial
    llamada paisaje–
    cuece el torso con dulzonas corazas.
    Y la nieve, que debería remolcarme al ensueño,
    me acusa desde su claridad insuficiente,
    como si fuese obligante palidecer,
    admirar todo viscoso horizonte,
    ser la duración, la represalia.

    ResponderBorrar
  17. en cambio yo (Gabriela Adelstein, Buenos Aires, mucho gusto) le encuentro una dimensión política demoledora: la poeta es judía y no encuentra su referencia en la nieve que es parte fundamental de su historia como descendiente de inmigrantes europexs.

    "me relato en el glosario escarpado de una distancia"

    de ninguna manera creo que el poema sea defectuoso. quizás la extrañeza de las construcciones y las adjetivaciones deriven de nuestro propio desconocimiento del venezolano.

    buenas noches.

    ResponderBorrar
  18. anoche a las 20:26 cuando escribí mi comentario, no estaba publicado el de Goldberg de las 10:47

    y ahora digo: me gusta mucho más la versión original ;)

    ResponderBorrar
  19. me parece ejemplar la actitud de la poeta

    ResponderBorrar