Delante de Notre-Dame, un ciego vende tarjetas postales a los turistas que vienen a visitar la catedral: vistas coloreadas de París.
Creo que todo exiliado es hermano de este vendedor.
El lugar que no vemos más, deja de ser nuestro. El exiliado es un ciego sin territorio.
Vuelto hacia sí mismo, relegado al fondo de su alma, su piel es su frontera; se tuesta al sol y, en invierno, se deja penetrar por el frío.
Sigue dos caminos paralelos: el de su memoria y el de sus pasos. Ocurre que sus pasos lo traicionan; nunca su memoria.
Edmond Jabès (El Cairo, 1912 - París, 1991), El libro de las semejanzas, Alfaguara, Madrid, 2001
Traducción de Saúl Yurkievich
Envío de Jonio González
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Edmond Jabès, Milán, Italia, 1986 Leonardo Cendamo/ Encyclopædia Universalis/ Getty Images
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