Tiempo pretérito perfecto
Hay un nogal frondoso en el confín de mi tierra natal.
Vivimos exiliados en la agitación de la intemperie.
Alcanzados por el fuego los robles predicen la desgracia.
Los cachorros destetados recorren tu pedazo de tierra.
Afortunado viejo: dejás estar las frutas del árbol
de la quinta, los desconocidos pastos, los olorosos
hinojos, los conejos, las jaulas. Tomando el frescor
de la sombra de ese sauce amargo. Masticás
con pocos dientes castañas blandas y queso
en abundancia. Mientras tu tejado en lontananza
humea como un hálito que husmea en las alturas.
A veces me inquieta la deriva infinita del mundo
Puedo volverme un cristo tragicómico que suda bajo el sol.
Vagando entre yuyales, malezas, sembrados entre lo más
y lo menos consciente de la tierra. Punteo un cardo en esta
parcela de fuerza. Extraigo de la mala hierba una chispa
de vida. No se trata de andar separando las cosas del mundo.
¡Sino de hincarles su pureza! A la hora de la siesta mi cuerpo
se abandona. Orgánico y fatal. Al porvenir.
Diego Colomba (San Nicolás, Argentina, 1972)
Barnacle,
Buenos Aires, 2024
Más poemas de Diego Colomba en Otra Iglesia Es Imposible, Op. Cit., Autores de Concordia, Jámpster, Meta Poesía
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Foto: Diego Colomba / Facebook
Extraer de la mala hierba una chispa de vida, he ahí la poesía. Ya desde sus títulos, los poemas invitan a leerlos y sorprendernos. Alfredo Lemon
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