Había apoyado los ojos,
con toda su firmeza,
en tu rostro codiciado
por las luces en tránsito
de ciudades que lentamente desaparecían.
Luego la oscuridad, obedeciéndose a sí misma,
eclipsó la imagen
y todos nos convertimos en embriones
en espera del mundo.
Así, tu rostro absorto
solo podía imaginarlo
como una hipótesis,
hasta cuando fuera resucitado
después del túnel.
Piergiorgio Viti (Sulmona, L'Aquila, Italia, 1978), Como un cerezo al mediodía, Barnacle, Buenos Aires, 2024
Traducción de Antonio Nazzaro
Más poemas de Piergiorgio Viti en Otra Iglesia Es Imposible y Altazor (versiones de Enrique Solinas)
Avevo appoiato gli occhi,
in tutta la loro fermezza,
sul tuo volto conteso
dalle luci in transito
di città che spicciolavano.
Poi il buio, obbedendo a se stesso,
ha eclissato l’immagine
e tutti siamo diventati embrioni
in attesa del mondo.
Così, il tuo volto assorto
potevo soltanto immaginarlo
come un’ipotesi,
fino a quando sarebbe risorto
dopo la galeria.
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Foto: La Poesia e lo Spirito
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