martes, marzo 08, 2011

Carol Ann Duffy / Tres poemas raudos




Tres poemas raudos

1 Mi trago favorito

fue en The Red Dragon
en Penderyn
cerca de Hirwaun
en el centro de Glamorgan
donde ordené
dos medias pintas
de Dark Brains
y me las llevé afuera
para beberlas en la hierba
sola
mientras una tremenda luna adamascada
sobresalía en el cielo.
Recordándolo
con palabras casi iguales a éstas,
de hecho me considero afortunada;
tanto como me siento
porque aún me amas
y el final de nuestra relación
está todavía a varios años de distancia.
Salud.

2 Cómo

Por qué no me paro y le cuento
al resto de la clase
cómo he arruinado mi vida;
cómo mi matrimonio
aullaba como un perro
encadenado,
cómo lo dejé demasiado tarde
para perdonarles,
a mi madre,
a mi padre,
sólo humanos,
humanos como eran,
la hemorragia de los años;
cómo me atrofié
en un empleo,
viajando a casa
en el tren con parada en todas las estaciones,
una mujer que nunca encontró
su ciudad o pueblo,
su lugar particular;
cómo compré un apartamento
en una casa grande y vieja
y regaba mis plantas de interior,
cómo uso un anillo
con una fría piedra azul
como un ojo inglés,
y cómo,
para ganarme la aprobación de Helen Maguire,
la bella y malvada Helen Maguire,
que no era tan lista como yo,
me arrodillé a sus pies
en el recreo
y lamí como me dijo que hiciera
el polvo
de sus zapatos escolares marrones,
el polvo de sus zapatos.

3 El clima perdido

Como se siente un astronauta
que fue a la luna
si por casualidad alza los ojos
una noche, solo,
para ver la asombrosa luz de su pasado
donde dio
su primer pequeño paso
para un hombre.

Esta noche, sola,
en la punta de mi lengua
el sabor de un copo de nieve
se niega a devolverme
el clima perdido, los dibujos
que mi madre hacía
ante mis ojos
en la bella hiriente luz de la nieve.

Carol Ann Duffy (Glasgow, 1955), The Pamphlet (El volante), 1998
Traducción de Mirta Rosenberg y Lorea Canales


Three Swift Poems

1 My favourite Drink

was in the Red Dragon
in Penderyn
near Hirwaun
in mid-Glamorgan
where I ordered up
two halves
of Dark Brains
and took them out
to drink on the grass
alone
as a whopping apricot moon
bulged in the sky.
Remembering this
in words not dissimilar to these,
I count myself lucky indeed;
as I do
that you love me still
and the end of us both
is a good few years away yet.
Cheers.

2 How

Why don’t stand up and tell
the rest of the class
how I have ruined my life;
how my marriage
howled like a dog
on its chain,
how I left it too late
to forgive them,
my mother, my father,
only human,
human as they were,
the haemorrhage of years;
how I wasted away
in a job,
travelling home
on the stopping train,
a woman who never found
her city or town,
her particular place;
how I purchased a flat
in a big old house
and watered my indoor plants,
how I wear one ring
with a cold blue stone
like an English eye;
and how,
to earn the approval of Helen Maguire
pretty, spiteful, Helen Maguire
who was not as clever as me,
I knelt at her feet
in the playground
ad licked, as she told me to do
the dust
from her brown school shoes,
the dust from her shoes.

3 Lost Weather

How does an astronaut feel
who went to the moon
should he chance to look up
one night on his own
to see the startling light of his past
where he took
his one small step
for a man.

Tonight on my own
on the tip of my tongue
the taste of a snowflake
refuses to yield
lost weather, the patterns
my mother made
before my eyes
in the beautiful hurting light of the snow.


Ilustración: Carol Ann Duffy John Springs/The Telegraph

3 comentarios:

  1. Una nueva lectura. Eso es con palabras casi iguales. Eso me gusta

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  2. ¡Excelentes! Y de raudos, nada. Son poemas para respirarlos.

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  3. Hermoso el tono de esta poeta. Tan diferente del que encontramos en estas pampas, aparte.

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