domingo, junio 20, 2010

Alejandro Méndez / ¿Qué formas?...




La navaja de Ockham

¿Qué formas?
¿Cómo habitará la materia, el espacio por donde te esparcirás?
Las posibilidades incluyen al grano más proteico,
que algún día llevaré a mi boca,
o polen de abejas misericordes,
o arena de las flores.

Guillermo de Ockham desde el más allá, como vos,
me pide reducir las variables,
las hipótesis a su mínima expresión.
Podar lo accesorio, quitar la hojarasca.

Con su voz de muerto ilustre,
me cuenta que una madrugada de Mayo de 1328
huyó de Avignon y del Papa,
con el sello de los franciscanos en su pecho,
para buscar la protección del emperador.
Le dijo: -defiéndeme con la espada
y yo te defenderé con la pluma.

La misma fórmula que usé,
seis siglos más tarde, para asociarme a mi primo,
galán y líder juvenil, una tarde en el club barrial.
Fue el grito de guerra de un erotismo auto-sustentable.
Quid pro quo.

Alianza que atravesó el estertor de la edad.
Di argumentos a su belleza para hacerse soberana
de mi inconsistencia muscular.
Recibí al héroe en canchas de fútbol tristísimas,
sin laureles y el hambre intacta.

Guillermo de Ockham me dice que hay que llevar
la eficiencia de la razón a su grado máximo;
de modo tal que si uno se encuentra en una ciudad
y escucha galopar, sólo pueden ser caballos,
y no una manada de cebras.

A pesar de tener su navaja cerca de mi platónica barba,
lo desafío y pierdo el rumbo en la duda que me acuna.
Pienso en dos cosas: las cebras posibles, y vos resucitado.

Alejandro Méndez (Buenos Aires, 1965), de Pólder, inédito

Foto: Méndez, Facebook

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