Nada más que en especies
me he levantado, y todo pareció ayudarme en mi conocida tarea de
apaciguador de cerraduras. ¡señor! ¡qué de campañas! ese era, al fin y al
cabo, el único monosílabo que interesaba. después me dediqué a escurrir
las torceduras, era necesario. sin embargo, las cumbres mantenían sus
milicias. ¿la única solución? lo que ya dije en una ocasión semejante:
edgar en especies.
Remover la evidencia
estoy de pie para mecer los puertos que ajan mi cigarro, para olvidarme
del tope, cuando nadie soslaya el horizonte, y, sin saberlo, la fe bienquista
la vertical, porque esto de marchar en labios, lo sabemos, ayuda muy poco
a la simetría si mi oficio comporta hasta las venas de enfrente, yo no dis-
cuto sus preferencias -digamos: su ablución- ni sus juicios en ochavas,
y no me parece justo increparle sus bujías; pero no hay por qué escindir las
apuestas, expulsar el desarrollo. yo espero.
Edgar Bayley (Buenos Aires, 1919-1990), "Otros poemas", Obras, Grijalbo-Mondarori, Buenos Aires, 1999
Certera y degustable poética por aquí.
ResponderBorrarNos leemos.
Saludos.