martes, marzo 10, 2015

Roque Dalton / Dos poemas














Samantha

Con el plomo de la belleza
derramado en los ojos,
sé aun que la vida
bulle
con su magnífica confusión.

Viajar entre golpes,
esquivar a los viajeros golpeados,
recoger despertando
las migas de pan ahogadas en sangre:
esa es la felicidad,
una especie de rata de confesionario...

Bajo este sol, pienso:
“Soy una virgen loca de Tolstói
que camina a saltitos
para no pisar a las culebras muertas de frío.”


Matthew

El trópico, fatiga infinita.

Las rosas de la montaña huelen a sal,
como el agua horrible que se bebe en los puertos.

¡Y esos escarabajos que chocan en las paredes
como negros huevos de monstruo!

El vino de Mosela se corrompe,
la cerveza de Holanda cría una asquerosa nata verde
y mis mejores camisas no durarán un año.

La novelística exótica
es también un fantasma que recorre Europa.

Roque Dalton (San Salvador, El Salvador, 1935-1975 *), Poesía escogida, Editorial Universitaria Centroamericana, San José, Costa Rica, 1983
Envío de Jonio González


* Dalton fue "ejecutado" bajo diversos "cargos", por sus camaradas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) salvadoreño. No es preciso el lugar del asesinato; su familia aseguró tener datos suficientes para creer que se consumó de un disparo en la nuca en la propia capital de El Salvador, lo que no se contradice con que sus restos habrían sido arrojados en un paraje cercano a Quezaltepeque, en el centro del país y no demasiado lejos de San Salvador. Los "cargos" contra Dalton - entre ellos el de espionaje a favor de la CIA estadounidense- nunca fueron probados y el consenso general en el mundo político e intelectual latinoamericano ha sido que la muerte se debió a una oscura decisión del líder del ERP, Alejandro Rivas Mira, quien se esfumó en 1977 y habría muerto en 2009 fuera del país. (Nota de edición).


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