Y lo que en vano hice y quise
no cayó a un pozo ni fue desperdicio; en vano, sí,
por cosa vana, banal, me digo, juego sólo
de palabra. Antes bien, más quisiera pero hice y quise
tocar el cielo y lo he tocado, en vano, en el vano de Su puerta golpeé
y Él me dijo: en vano tocas ahora lo que no es
todavía, ser o estar, la ambigüedad
en el nombre y en lo que no supe ahondar: ah, del carozo,
hincar el diente hasta romperlo y entonces, sí, subir,
subir lejísimo allá a lo alto
y conceder
lo que se hizo, lo que se ha mordido en vano.
(inédito)
Irene Gruss (Buenos Aires, 1950)
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Ilustración: Reconstrucción, 1926, Paul Klee
Admirable. Muy admirable. Solamente Irene Gruss puede hacer semejante recorrido en un poema tan breve.
ResponderBorrarInspirador.
Gracias,
un lector.
Balbucear un poema, lo prefiero a los torrentes tan seguros, tan ciertos.
ResponderBorrarMierda, qué buen poema. Y ese comienzo con el copulativo: me parece excelente
ResponderBorrarchapeau
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