XXVIII
¿Cómo puedo salir indemne de este aprieto
que no ofrece la tregua del descanso?
El dolor del día no cesa por la noche
y cada uno oprime por su lado;
y los dos, aunque son reinos enemigos,
se dan la mano para torturarme:
uno con penas, el otro con lamentos,
pues de ti estoy siempre separado.
Le digo al día que eres brillante
y lo llenas de gracia cuando está nublado;
de igual modo a la noche de tez negra
declaro que tú la haces dorada.
Pero el día, cada día, extiende mi condena,
y la noche, cada noche, la hace más amarga.
*
Segunda versión:
¿Cómo podría volver a una situación feliz,
Si estoy privado del beneficio del descanso?
Pues la opresión del día no es aliviada por la noche,
Sino que el día por la noche y la noche por el día se oprimen,
Y cada uno, aunque sea enemigo del reinado del otro,
Con aprobación se estrechan la mano para torturarme,
Uno con el trabajo duro, la otra para quejarme
De cuán lejos trabajo, y aún más me aleja de ti.
Yo le digo al día, para complacerlo, que eres brillante,
Y le confieres gracia cuando las nubes manchan el cielo.
Y así halago a la noche de tez morena:
Cuando las estrellas centelleantes no giran, tú doras la tarde.
Pero el día alarga diariamente mis penas,
Y la noche, cada noche, hace que el dolor se estire.
Versiones del Administrador
XXVIII
How can I then return in happy plight, / That am debarred the benefit of rest? / When day's oppression is not eas'd by night, /But day by night and night by day oppress'd,/ And each, though enemies to either's reign, /Do in consent shake hands to torture me, / The one by toil, the other to complain /How far I toil, still farther off from thee. / I tell the day, to please him thou art bright, /And dost him grace when clouds do blot the heaven: /So flatter I the swart-complexion'd night,/ When sparkling stars twire not thou gild'st the even. /But day doth daily draw my sorrows longer, / And night doth nightly make grief's length seem stronger.
Shakespeare's Sonnets
Ilustración: retrato de W. Shakespeare, por George Vertue (1719), basado en John Taylor (c. 1610) National Portrait Gallery, Londres
En una palabra, al tipo no le viene nada bien.
ResponderBorrarExtraordinario. Qué lindo que es leerlo en su idioma original.
Sin duda. No tan bueno como leerlo en esta versión, llamemosle, infomativa
ResponderBorrarGracias por su comentario