Y cuando ya no quede nada
tendré siempre el recuerdo
de lo que no se cumplió nunca.
Cuando me miren con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo ofrecerme.
Creedme:
Todo lo que pensáis que fue destrozo y pérdida
no ha sido más que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré lo que me fue negado.
No os confundáis: con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo palmo a palmo.
Tanto miedo tenéis que no habéis advertido
la riqueza que se oculta en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia es la vuestra
si nunca habéis perdido nada.
Yo sí he perdido:
Yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.
Francisca Aguirre (Alicante, España, 1930-Madrid, 2019), Los trescientos escalones, CAP, San Sebastián, 1977; Bartleby, Madrid, 2012
Envío de Jonio González
El País, España - ACE - Trianarts - La Comparecencia Infinita - Zenda - Cervantes Virtual - Universidad de Córdoba, España - Poémame - Poética 2.0/YouTube - Proyecto Aula
Foto: Francisca Aguirre en 2010. Archivo familiar, vía Jonio González/Facebook
lindo. no la conocía, gracias jonio. una zymborska peninsular!
ResponderBorrar