Dalias y hojas de álamo
(Norte)
a Buby y Elba
En Campo Quijano, Salta, visitamos la tumba
del poeta Joaquín Giannuzzi: cae una lluvia ligera,
es domingo, enfrente hay un partido de fútbol barrial.
Compramos un ramo de dalias a las mujeres
que venden flores en las puertas del cementerio.
Nos quedamos de pie recordando sus poemas.
Llegan los gritos animados de los jugadores
que se desahogan en una explosión de felicidad;
el lunes volverán callados al trabajo en las obras,
en la minera, en los puestos de venta callejera.
Cerramos los paraguas: nos sentimos
como las dalias sobre la placa de mármol
que se reaniman bajo el agua. Deja de llover.
Son varias las respuestas que nos da la poesía.
Lo pienso así: que las dalias “inclinadas
hacia el alambre de la cerca” reconocen los ojos
que las contemplaron y la voz que las nombró.
Las montañas al fondo permanecen inmutables.
¿Y qué dice el poeta de las dalias en este momento
en que la lluvia se ha callado y nada se ha callado?
“De pronto oscilan para crear el viento”. Es todo.
“Dalias”, Apuestas en lo oscuro, Joaquín Giannuzzi
(Sur)
Mastico una hoja de álamo de sabor fuerte,
picante, y recuerdo todo, todo, todo.
Hay un revuelo amplificado de la laguna
en medio del plaf plaf de patos y flamencos:
no sé quién corre a quién ni por qué motivo,
sólo que el sonido también es movimiento.
Llega, por rachas, el aroma de los membrillos,
la oleada de sudor de los caballos en el potrero,
el zumbido de los mosquitos en la alfalfa,
como si fuera posible ser eso y a la vez no serlo.
El que escribe es lo que escribe o no lo es:
lo saben estos pies que no tienen pensamientos
y sin embargo piensan, o estos pensamientos
que no tienen pies y sin embargo caminan.
Mucho que hacer tienen las palabras: mover
los árboles para que los árboles muevan al viento.
Juan Carlos Moisés (Sarmiento, Chubut, Argentina, 1954), El poeta que compraba palabras, inédito
---
Foto: Gentileza del autor
Aqui me he encontrado con poemas que compiten codo a codo con la naturaleza. Cuanta fuerza tienen las palabras y yo también me siento en alguna laguna sumergiéndose como un pato. Gracias!, poesía y poetas.
ResponderBorrarGracias. La próxima vez, por favor firme su comentario. No es norma de este blog publicar comentarios anónimos.
ResponderBorrarJorge Aulicino
Tanto Norte y tanto Sur, que habitamos y nos habita. Los poemas de Juan carlos Moisés que nos trae sonidos, sensaciones, aromas. Lenguaje directo regalos al corazón. Felicitaciones!!!. María Cristina Briante
ResponderBorrar
ResponderBorrar¡Què hermoso es este Díptico! Celebro la posibilidad del poeta de unir las dalias del norte de Giannuzzi y mover los álamos del sur con sus palabras. Gracias.