domingo, marzo 11, 2012

Rubén Reches / Resultó que...



Resultó que...

A Elvio Gandolfo

Resultó que cuando dejaron de protegerte tus viejos te protegió la ciudad.

Comiste de su frío.

Ahora subís a tejados y saltás a patios y bajás a sótanos
Y no hay zaguán, de los millones de la piedra fatigosa, donde no te haya
pasado nada,
Al que no te hayas deslizado, aunque más no fuera una vez y a hacer
algo a hurtadillas.

De recorrerla, la ciudad se te fue haciendo pequeña
Y cuando cupo en tus dos manos juntas la besaste.
(El cielo se había puesto de madera y todo lo que siguió pareció pasar en un arcón).

Desde entonces, la ciega sabe de vos por tus zapatos -caballos a los que,
como un cochero, martirizás y compadecés-,      
y por tu respiración que, entre todas, ella detecta,
y porque la transitás día y noche casi sin detenerte
cuando vas cubriendo sus barrios, cada uno con una lona de color distinto,
para que, así encintada, ella sea para siempre la tortuga de la que
                                                              un hombre se enamoró.

[inédito]

Rubén Reches (Buenos Aires, 1949-2018)

Foto: Rubén Reches, 2010, por Guido Bonfiglio, Club de Traductores Literarios de Buenos Aires 

9 comentarios:

  1. Gracias por este poema. Conocí a Rubén el año pasado, lo escuché cantar algunas de sus canciones, divertidísimas, y pasamos una buena velada, como se suele o solía decir. Como conocía su nombre, no su persona, desde hacía muchos años, lo consideraba una suerte de mito urbano, y ahora leo este poema a la ciudad, que en parte lo confirma. Saludos!
    Mariano Pérez Carrasco.

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  2. Ah, viejo amigo, que no es lo mismo que...; mi abrazo, Irene

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  3. A Irene: Hola, amiga de todas las edades. Gracias por evitar el seguir tu frase. Pero Carriego tiene un verso de un poema famoso: "¿No se lo dirá a su hijo?¿Al hijo viejo". No queda mal ese adjetivo.
    Mariano: Consulté con Hugo, y fuiste el que yo pensaba. Coincidencia significativa: estuve leyendo anteayer Rimas de Dante Alighieri. Muy buena tu traducción.
    Tamarit: Gracias por comunicar lo que te hizo el poema.
    Paula: Muchas gracias por comunicarte.

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  4. Me olvidé de firmar el mensaje. Es aquel en donde saludo a cada uno de los cuatro que escribieron una opinión o un saludo.

    Rubén Reches

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  5. Hola Rubén! Aquí otro viejo amigo (y al vesrre también). Me alegra tanto leerte en este blog -siempre excelente. Y más me alegra que sigas arando. Un fuerte abrazo.
    Jorge

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  6. Hola,Jorge:
    ¿Cuántos amigos sabrán que un día de 1962 andábamos vos y yo con reglas T, balustrines y y quién sabe cuántas cosas más, chiquitos y buenos compañeros? ¿Cuántos amigos se pueden imaginar que ajustábamos con el azul de prusia y hacíamos mangos de lima? ¿Qué no hubiéramos dado entonces por unos diez centímetros más de estatura y qué no daríamos ahora por tener aquella edad aunque tengamos que tener aquella estatura? Un gran abrazo,
    Rubén

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    1. Ah! Por supuesto. Qué no daríamos! Pero quizás la literatura venga en nuestra ayuda con tu proyectada novela sobre esos años. Ojalá sigas en ello. Otro abrazo.
      Jorge

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