domingo, agosto 04, 2024

Marcelo Rizzi / De "Oratorio Charbonier"


3.

Bebo vino de vendimias lejanas, como arroz 
de cultivos vecinos, quesos macerados en los 
almacenes del enemigo. Qué podrá importarnos 
ahora si la luna con su hechizo nos da cobijo 
como una inmensa arca de Noé. Se nos prometía 
un día el arrepentimiento, al otro el sacrificio, 
y al final el perdón. Las dudas nocturnas se disipan, 
tan enamorados como estábamos de sus contornos 
difusos de mujer. Hoy el universo se nos revela 
de una sola vez. Subiré esta noche a meditar a 
mi terraza: dejaré por un instante mi tarea humana, 
escupiré sobre el incoloro vellón de la fe. 



5.

Hallo una gota de sangre en el suelo, miro mi mano 
y veo que brota de un dedo, pero no recuerdo qué 
produjo la lastimadura, la incisión. Así quizá debió 
suceder en los primeros momentos en estas tierras 
todavía sin nombre, hasta que un día dimos con las 
coordenadas de la causa y el efecto, luego con las 
del espacio y las del tiempo. Desde ese entonces 
unos miran el mar cada tarde y piensan en un tercer 
día en el que resucitarían todos los pájaros muertos; 
otros, entusiastas del ojo ingrávido y sus espectros, 
ven el sol que asoma antes de que sea pensamiento, 
cada mañana de invierno, con la inocencia tenaz 
de la única vez.


6. 

Se dice que uno muere un poco por unos minutos
durante el entresueño, y que colige como con sorna 
que al corregir lo ya escrito ejecuta el acto primigenio 
de traducirlo a una lengua que no conocerá. 
Todos portamos nuestra cabeza encadenada a los 
pies: se la arrastra por viejos senderos serpenteantes 
como una blanca bola de billar – recordarán algunos 
que hubo un tiempo en que se la alojaba cómoda 
entre cada uno de los hombros con graciosa y 
desafiante altivez. En cuanto a mí, aquí me habrán 
de encontrar con el futuro imperfecto de mi lado,
como el que dijo “hállenme muerto y verán…”;  
sí – inventándome a cada hora otra edad para 
el naufragio, abriendo por la mitad con tres dedos 
un esquivo fruto sempiterno. 

[inéditos]

Marcelo Rizzi (Rosario, Argentina, 1961)

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Foto: Gentileza del autor

1 comentario:

  1. Oratorio Charbonier, tus palabras y pensamientos precisos perfilan los tierra prometida, bendición de la poesía. Alfredo Lemon

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