jueves, julio 26, 2012

Georg Trakl / Grodek



Grodek *

Al anochecer retumban en los bosques otoñales
las armas mortíferas, en las llanuras doradas
y en los lagos azules, por los que un sol
sombrío rueda. La noche envuelve
a los guerreros moribundos, el salvaje lamento
de sus bocas despedazadas.
Pero sigilosamente confluyen hacia el pastizal
rojas nubes en las que mora un Dios colérico,
la sangre derramada y un frío lunar;
todos los caminos llevan a la negra podredumbre.
Bajo el ramaje de oro de la noche y las estrellas
se tambalea la sombra de la hermana por la floresta silenciosa,
para saludar a los espíritus de los héroes, a las cabezas sangrantes;
mientras suenan quedas en los juncos las oscuras flautas del otoño,
¡oh dolor arrogante!¡Altares de bronce!
La ardorosa llama del espíritu se alimenta hoy de un dolor más tremendo:
los nietos no nacidos.

Georg Trakl (Salzburgo, 1887 - Cracovia, 1914), "Revelación y aniquilamiento", Poemas, traducción, prólogo y notas de Aldo Pellegrini, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2009

* Grodek: ciudad de Galitzia (Polonia) donde en el frente de guerra oriental, Trakl actuaba como farmacéutico en la sanidad del ejército austríaco. Allí tuvo lugar una de las batallas de la Primera Guerra Mundial (N. del T.) 

Grodek fue el último poema escrito por Trakl (N. del Ad.)


Grodek

Am Abend tönen die herbstlichen Wälder
Von tödlichen Waffen, die goldnen Ebenen
Und blauen Seen, darüber die Sonne
Düstrer hinrollt; umfängt die Nacht
Sterbende Krieger, die wilde Klage
Ihrer zerbrochenen Münder.
Doch stille sammelt im Weidengrund
Rotes Gewölk, darin ein zürnender Gott wohnt
Das vergoßne Blut sich, mondne Kühle;
Alle Straßen münden in schwarze Verwesung.
Unter goldnem Gezweig der Nacht und Sternen
Es schwankt der Schwester Schatten durch den schweigenden Hain,
Zu grüßen die Geister der Helden, die blutenden Häupter;
Und leise tönen im Rohr die dunklen Flöten des Herbstes.
O stolzere Trauer! ihr ehernen Altäre,
Die heiße Flamme des Geistes nährt heute ein gewaltiger Schmerz,
Die ungebornen Enkel.

texlog

Ilustración: Europa después de la lluvia, 1933, Max Ernst

4 comentarios:

  1. Impresionante. Muchísimas gracias por este poeta, Irene

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  2. en el primer verso
    dice: anochcer

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  3. Impresionante, me resuena al texto de Bénjamin "Experiencia y pobreza", cuando narra como los combatientes de la primera guerra regresaban mudos (sin capacidad para transmitir la experiencia vivida) a sus ciudades y poblados. Quizá eso de "los nietos no nacidos" también pueda leerse en ese sentido, como una especie de tajo en los vínculos intergeneracionales. Gracias por compartir.

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