Fragmento a la muerte
Vengo de ti y vuelvo a ti,
sentimiento nacido con la luz, con el calor,
bautizado cuando el vagido era goce,
reconocido en Pier Paolo
en el origen de una agitada epopeya:
he caminado a la luz de la historia,
pero, siempre, mi ser fue heroico,
bajo tu dominio, íntimo pensamiento.
Se coagulaba en tu estela de luz
en las atroces desconfianzas
de tu llama, cada acto verdadero
del mundo, de aquella
historia: y en ella se verificaba entero,
se perdía la vida para recuperarla:
y la vida era real sólo si era bella...
La furia de la confesión,
primero, luego la furia de la claridad:
¡era de ti que nacía, hipócrita, oscuro
sentimiento! Y ahora,
acusado por cada una de mis pasiones,
que me embarren, me digan informe, impuro,
obsesivo, diletante, perjuro:
tú me aislas, me das la certeza de la vida:
estoy en la pira, juego la carta del fuego,
y gano éste, mi poco, inmenso
bien, esta infinita,
mísera piedad mía
que me da la justa ira amiga:
¡puedo hacerlo, porque mucho te he padecido!
Vuelvo a ti, como vuelve
un emigrado a su tierra y la redescubre:
he hecho fortuna (en el intelecto)
y soy feliz, tal
como fui en un tiempo, destituido de norma.
Una negra rabia de poesía en el pecho.
Una loca vejez de muchachito.
Una vez, tu alegría estaba confundida
con el terror, es cierto, y ahora
casi con otra alegría,
lívida, árida: mi pasión desilusionada.
Me das ahora de veras miedo,
porque estás de veras cerca, incluida
en mi estado de rabia, de oscura
hambre, de ansia como de nueva criatura.
Estoy sano, como quieres,
la neurosis se me ramifica,
el agotamiento me seca, pero
no me tiene: a mi lado
ríe la última luz de juventud.
He tenido aquello que quise,
ahora mismo:
he, incluso, ido todavía más allá
de ciertas esperanzas del mundo: vaciado,
ahí estás, dentro de mí, llenas
mi tiempo y los tiempos.
He sido racional y he sido
irracional: hasta el fondo.
Y ahora... ah, el desierto aturdido
por el viento, el estupendo y el inmundo
sol de Africa que ilumina el mundo.
¡Africa! Mi única
alternativa ------------------------
--------------------------------------
Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922-Ostia, 1975), "La religione del mio tempo. Poesie incivili" (abril, 1960), Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2003
Versión de Jorge Aulicino
Frammento alla morte
Vengo da te e torno a te,
sentimento nato con la luce, col caldo,
battezzato quando il vagito era gioia,
riconosciuto in Pier Paolo
all’origine di una smaniosa epopea:
ho camminato alla luce della storia,
ma, sempre, il mio essere fu eroico,
sotto il tuo dominio, intimo pensiero.
Si coagulava nella tua scia di luce
nelle atroci sfiducie
della tua fiamma, ogni atto vero
del mondo, di quella
storia: e in essa si verificava intero,
vi perdeva la vita per riaverla:
e la vita era reale solo se bella…
La furia della confessione,
prima, poi la furia della chiarezza:
era da te che nasceva, ipocrita, oscuro
sentimento! E adesso,
accusino pure ogni mia passione,
m’infanghino, mi dicano informe, impuro
ossesso, dilettante, spergiuro:
tu mi isoli, mi dai la certezza della vita:
sono nel rogo, gioco la carta del fuoco,
e vinco, questo mio poco,
immenso bene, vinco quest’infinita,
misera mia pietà
che mi rende anche la giusta ira amica:
posso farlo, perché ti ho troppo patita!
Torno a te, come torna
un emigrato al suo paese e lo riscopre:
ho fatto fortuna (nell’intelletto)
e sono felice, proprio
com’ero un tempo, destituito di norma.
Una nera rabbia di poesia nel petto.
Una pazza vecchiaia di giovinetto.
Una volta la tua gioia era confusa
con il terrore, è vero, e ora
quasi con altra gioia,
livida, arida: la mia passione delusa.
Mi fai ora davvero paura,
perché mi sei davvero vicina, inclusa
nel mio stato di rabbia, di oscura
fame, di ansia quasi di nuova creatura.
Sono sano, come vuoi tu,
la nevrosi mi ramifica accanto,
l’esaurimento mi inaridisce, ma
non mi ha: al mio fianco
ride l’ultima luce di gioventù.
Ho avuto tutto quello che volevo,
ormai:
sono anzi andato anche più in là
di certe speranze del mondo: svuotato,
eccoti lì, dentro di me, che empi
il mio tempo e i tempi.
Sono stato razionale e sono stato
irrazionale: fino in fondo.
E ora… ah, il deserto assordato
dal vento, lo stupendo e immondo
sole dell’Africa che illumina il mondo.
Africa! Unica mia
alternativa ---------------------------
-----------------------------------------
Ilustración: Pirogue, 2008, Miquel Barceló
Vengo de ti y vuelvo a ti,
sentimiento nacido con la luz, con el calor,
bautizado cuando el vagido era goce,
reconocido en Pier Paolo
en el origen de una agitada epopeya:
he caminado a la luz de la historia,
pero, siempre, mi ser fue heroico,
bajo tu dominio, íntimo pensamiento.
Se coagulaba en tu estela de luz
en las atroces desconfianzas
de tu llama, cada acto verdadero
del mundo, de aquella
historia: y en ella se verificaba entero,
se perdía la vida para recuperarla:
y la vida era real sólo si era bella...
La furia de la confesión,
primero, luego la furia de la claridad:
¡era de ti que nacía, hipócrita, oscuro
sentimiento! Y ahora,
acusado por cada una de mis pasiones,
que me embarren, me digan informe, impuro,
obsesivo, diletante, perjuro:
tú me aislas, me das la certeza de la vida:
estoy en la pira, juego la carta del fuego,
y gano éste, mi poco, inmenso
bien, esta infinita,
mísera piedad mía
que me da la justa ira amiga:
¡puedo hacerlo, porque mucho te he padecido!
Vuelvo a ti, como vuelve
un emigrado a su tierra y la redescubre:
he hecho fortuna (en el intelecto)
y soy feliz, tal
como fui en un tiempo, destituido de norma.
Una negra rabia de poesía en el pecho.
Una loca vejez de muchachito.
Una vez, tu alegría estaba confundida
con el terror, es cierto, y ahora
casi con otra alegría,
lívida, árida: mi pasión desilusionada.
Me das ahora de veras miedo,
porque estás de veras cerca, incluida
en mi estado de rabia, de oscura
hambre, de ansia como de nueva criatura.
Estoy sano, como quieres,
la neurosis se me ramifica,
el agotamiento me seca, pero
no me tiene: a mi lado
ríe la última luz de juventud.
He tenido aquello que quise,
ahora mismo:
he, incluso, ido todavía más allá
de ciertas esperanzas del mundo: vaciado,
ahí estás, dentro de mí, llenas
mi tiempo y los tiempos.
He sido racional y he sido
irracional: hasta el fondo.
Y ahora... ah, el desierto aturdido
por el viento, el estupendo y el inmundo
sol de Africa que ilumina el mundo.
¡Africa! Mi única
alternativa ------------------------
--------------------------------------
Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922-Ostia, 1975), "La religione del mio tempo. Poesie incivili" (abril, 1960), Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2003
Versión de Jorge Aulicino
Frammento alla morte
Vengo da te e torno a te,
sentimento nato con la luce, col caldo,
battezzato quando il vagito era gioia,
riconosciuto in Pier Paolo
all’origine di una smaniosa epopea:
ho camminato alla luce della storia,
ma, sempre, il mio essere fu eroico,
sotto il tuo dominio, intimo pensiero.
Si coagulava nella tua scia di luce
nelle atroci sfiducie
della tua fiamma, ogni atto vero
del mondo, di quella
storia: e in essa si verificava intero,
vi perdeva la vita per riaverla:
e la vita era reale solo se bella…
La furia della confessione,
prima, poi la furia della chiarezza:
era da te che nasceva, ipocrita, oscuro
sentimento! E adesso,
accusino pure ogni mia passione,
m’infanghino, mi dicano informe, impuro
ossesso, dilettante, spergiuro:
tu mi isoli, mi dai la certezza della vita:
sono nel rogo, gioco la carta del fuoco,
e vinco, questo mio poco,
immenso bene, vinco quest’infinita,
misera mia pietà
che mi rende anche la giusta ira amica:
posso farlo, perché ti ho troppo patita!
Torno a te, come torna
un emigrato al suo paese e lo riscopre:
ho fatto fortuna (nell’intelletto)
e sono felice, proprio
com’ero un tempo, destituito di norma.
Una nera rabbia di poesia nel petto.
Una pazza vecchiaia di giovinetto.
Una volta la tua gioia era confusa
con il terrore, è vero, e ora
quasi con altra gioia,
livida, arida: la mia passione delusa.
Mi fai ora davvero paura,
perché mi sei davvero vicina, inclusa
nel mio stato di rabbia, di oscura
fame, di ansia quasi di nuova creatura.
Sono sano, come vuoi tu,
la nevrosi mi ramifica accanto,
l’esaurimento mi inaridisce, ma
non mi ha: al mio fianco
ride l’ultima luce di gioventù.
Ho avuto tutto quello che volevo,
ormai:
sono anzi andato anche più in là
di certe speranze del mondo: svuotato,
eccoti lì, dentro di me, che empi
il mio tempo e i tempi.
Sono stato razionale e sono stato
irrazionale: fino in fondo.
E ora… ah, il deserto assordato
dal vento, lo stupendo e immondo
sole dell’Africa che illumina il mondo.
Africa! Unica mia
alternativa ---------------------------
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Ilustración: Pirogue, 2008, Miquel Barceló
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