Aquí en esta orilla, me llama
el rumor del día que rompí
a pedradas. La luz nueva y abierta
sobre la tierra que pisoteo
es nada y más joven aún
que mis huesos. Arde el estío
sobre el rastrojo. Sin ruido
en mi cuerpo se quiebra
este fuego.
*
A manos llenas se me hace el día
y el alba tarda en levantarse
como una vela fresca sobre mi cuerpo,
la sangre es feliz y me corre
la brisa, me crece la mañana sobre el mar.
En la vigilia las voces de la regata
tienen cadencias de aventura extrema.
El agua es un prado bajo los pies
florecida, la luz en las manos
es fría como una uña.
Leonardo Sinisgalli (Montemurro, Lucania, 1908-Roma, 1981), revista Sur, N° 225, Buenos Aires, noviembre y diciembre de 1953
Versiones de Alberto Girri y Carlos Viola Soto
Sono a questa riva e mi chiama
Il suono del giorno ch'io ruppi
A sassate. La luce nuova è aperta
Sulla terra che calpesto
E nulla è ancora più giovane
Delle mie ossa. L'estate arde
Sulle stoppie. Senza rumore
Si sgretola entro il mio corpo
Questo fuoco.
*
A mani aperte mi fa giorno
E l'alba indugia a sollevarsi
Come una vela fresca sul mio corpo
E il sangue è felice e mi corre
La brezza, mi cresce mattina sul mare
Nel dormeveglia le voci della regata
Hanno cadenze di estrema avventura
L'acqua è un prato sotto i piedi
Fiorita, la luce dentro le mani
È freda come un'unghia.
el rumor del día que rompí
a pedradas. La luz nueva y abierta
sobre la tierra que pisoteo
es nada y más joven aún
que mis huesos. Arde el estío
sobre el rastrojo. Sin ruido
en mi cuerpo se quiebra
este fuego.
*
A manos llenas se me hace el día
y el alba tarda en levantarse
como una vela fresca sobre mi cuerpo,
la sangre es feliz y me corre
la brisa, me crece la mañana sobre el mar.
En la vigilia las voces de la regata
tienen cadencias de aventura extrema.
El agua es un prado bajo los pies
florecida, la luz en las manos
es fría como una uña.
Leonardo Sinisgalli (Montemurro, Lucania, 1908-Roma, 1981), revista Sur, N° 225, Buenos Aires, noviembre y diciembre de 1953
Versiones de Alberto Girri y Carlos Viola Soto
Sono a questa riva e mi chiama
Il suono del giorno ch'io ruppi
A sassate. La luce nuova è aperta
Sulla terra che calpesto
E nulla è ancora più giovane
Delle mie ossa. L'estate arde
Sulle stoppie. Senza rumore
Si sgretola entro il mio corpo
Questo fuoco.
*
A mani aperte mi fa giorno
E l'alba indugia a sollevarsi
Come una vela fresca sul mio corpo
E il sangue è felice e mi corre
La brezza, mi cresce mattina sul mare
Nel dormeveglia le voci della regata
Hanno cadenze di estrema avventura
L'acqua è un prato sotto i piedi
Fiorita, la luce dentro le mani
È freda come un'unghia.
Foto: Fondazione Leonardo Sinisgalli
No hay comentarios.:
Publicar un comentario